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Por Redacción - 2 Septiembre 2015
Que el futuro del marketing pasa por el marketing de contenidos es algo que no nos cansamos de repetir. Aportar valor añadido al consumidor es algo que este siempre valora, y que le hace familiarizarse con nuestra marca incluso cuando no está buscando nada relacionado con ella. Pero claro, los contenidos pueden ser un arma de doble filo. Textos mal redactados, incomprensibles o con faltas de ortografia generan desconfianza hacia la firma, haciendo que el usuario se decante por otra marca.
Y aunque no parece muy complicado cuidar los contenidos (al menos a nivel de correción sintáctica y gramatical) lo cierto es que las empresas no lo están haciendo. Acrolinx ha analizado, mediante su software lingüístico, las páginas webs de 170 marcas internacionales y los resultados del estudio no son nada halagüeños. Solo una de cada cinco firmas cuenta con contenidos consistentes y de alta calidad.
Para realizar este estudio se tuvieron en cuenta todos los contenidos que aparecían en la página web (desde la información corporativa o las descripciones de productos, hasta el blog o el área FAQ), y se analizaron basándose en dos criterios: calidad y claridad. En la calidad midieron, por ejemplo, cuántos fallos gramaticales contenía cada pieza por cada 1000 palabras, y en la claridad, examinaron la complejidad de las estructuras, la longitud de las frases usadas o la elección del vocabulario.
Entre los resultados positivos podemos destacar que casi la mitad de las compañías no tienen fallos de coherencia que puedan suponer una merma de credibilidad para la marca. Sin embargo, solo el 19% cuenta con contenidos que, por su nivel de calidad, puedan ser realmente eficaces.
Además, en el 54% de las webs analizadas se hallaron grandes variaciones de calidad, con algunos textos cuidados al detalle, y otros que apenas se podían entender. Por si esto fuera poco, en el 27% de los casos también había fallos gramaticales y sintácticos graves.
El estudio señala que la inconsistencia de los contenidos no es un tema baladí. Hoy en día, el usuario espera una experiencia perfecta mientras recorre una web, y si no la encuentra se siente decepcionado. La diferencia de calidad entre unos textos y otros le hace sentir que sí ahí ha encontrado inconsistencias, por qué no va a encontrarlas en otros pasos del proceso de compra. No da apariencia de profesionalidad y esto puede ser suficiente para que busque otra web -otra marca- que le genere más confianza para comprar.
¿Por qué existen estos fallos de coherencia dentro de las webs?
Hay que considerar que generalmente, en la redacción de contenidos participan diferentes equipos: marketing, desarrolladores de producto, técnicos... y pocas son las webs que se encargan de aunar todos estos contenidos para dotarlos de una coherencia global.
Pero en algunas webs, incluso dentro de la misma categoría hay fallos de consistencia. Así, en el 25% de los sites analizados había grandes variaciones de calidad y estilo en las páginas de producto, algo potencialmente dañino y sobre todo, muy fácil de detectar por el usuario.
De la misma manera, en el 23% de los casos los contenidos de producto no tenían nada que ver con los de soporte. Mientras los primeros aparecían cuidados y engalanados, los segundos eran áridos y aburridos. Por supuesto, cada área tiene una función muy diferente, pero variaciones grandes de estilo rompen con la unidad de la marca, lo que tiene un impacto en la visión que el usuario tiene de ella.
