Internet, las nuevas plataformas y las redes sociales han permitido a los periodistas desarrollar su trabajo con extrema rapidez. No hay duda, de que las nuevas tecnologías se han convertido en grandes aliadas para su trabajo, pero también en las grandes enemigas con las que deben lidiar día tras día.
La razón es que la inmediatez que exige el periodismo digital impide compatibilizar esta con otros principios del periodismo tradicional como el rigor y el contraste de la información, donde el factor "tiempo" es fundamental, un privilegio del que, por el momento, al periodismo digital le resulta difícil disfrutar. En este sentido, las agencias de comunicación son una pieza clave a la hora de ayudar a los periodistas a contrastar la información que necesitan rápidamente.
Conoce los 3 retos a los que se enfrentan los periodistas en la era digital:
La inmediatez que exigen las nuevas tecnologías es uno de sus mayores enemigos. Los periodistas en ocasiones se sienten presionados por los medios para mantener informados a los lectores sobre los últimos acontecimientos, lo que conlleva en ocasiones un menoscabo de la calidad de las noticias, especialmente por la falta de tiempo para contrastar la información. Frente a los medios que buscan ser los primeros, la mayor parte de los periodistas desean poder analizar la noticia en profundidad antes de publicarla, es decir, no solo ser los primeros en contarla sino además contarla "mejor". La inmediatez que se exige a los periodistas es un tema preocupante que no solo les incumbe a ellos sino también al resto de la sociedad. El actor Denzel Washington hizo al respecto una dura reflexión en diciembre de 2016 acerca del periodismo y sobre los efectos de la inmediatez. En esta ocasión dejaba patente cuál debía ser la solución al problema: "Uno de los efectos es la necesidad de ser los primeros. Ya no importa si es verdad o no. Así que, ¿cuál es la responsabilidad que vosotros tenéis? Decir la verdad, no solo ser los primeros."
En ocasiones los periodistas se sienten presionados o son conminados por los medios para producir contenidos o redactarlos de forma que consigan el mayor número de clics o acompañen las estrategias de las campañas de publicidad activas. Esto se convierte en un obstáculo diario que salvar en las redacciones.
Sin duda, las redes sociales, blogs, etc. han llegado para quedarse y cualquiera puede aprovechar las ventajas que ofrece Internet para lanzar rumores y llegar a convertirlos en noticia. El periodista se enfrenta día tras día a ellos, sumándose a su trabajo el esfuerzo de confirmar (y, créeme, pueden ser muchos) la veracidad de cada bulo en tiempo record con el fin de cumplir con la inmediatez que se le exige. Por otra parte, el mundo de las redes sociales y el llamado periodismo ciudadano ha hecho que la información llegue a los receptores en múltiples formas y desde diferentes medios y formatos. Esta sobreinformación que debería considerarse en principio como una ventaja de cara a al lector, se convierte a veces en una importante desinformación contra la que los periodistas deben luchar aportando veracidad y originalidad.
Estos son los tres retos a los que los periodistas deben enfrentarse día tras día en la era del periodismo digital para ofrecer información veraz, documentada y contextualizada. Esto no es ni sencillo ni barato para los medios de comunicación ya que necesitan recursos materiales, humanos y económicos, experiencia y sobre todo "tiempo".
En definitiva, como periodista y consultora de comunicación que soy, entiendo que la inmediatez debe ser algo deseable en los medios pero nunca debe convertirse en su principal objetivo, pues puede conducir a errores que destruyan los principales valores con los que cuenta el periodismo para sobrevivir: la confianza y la credibilidad.