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Por Redacción - 8 Febrero 2017
No es para pocos para los que saber contar bien una historia resulta crucial en su día a día profesional. Al fin y al cabo, mantener la atención de los demás es complicado y saber construir la narración para mantener capturada su atención se convierte en un elemento crucial. Para las marcas, saber hacerlo y conseguir mantener a los consumidores atentos a lo que están diciendo es muy importante y por ello para sus profesionales es crucial saber construir una historia.
Pero narrar no es sencillo y, por muchas herramientas que se ofrezcan para mejorar el storytelling y por muchos elementos que se empleen para intentar construir la mejor historia posible, las marcas siguen teniendo problemas en general a la hora de construir sus historias. Mejorar su storytelling es, por tanto, una de sus asignaturas pendientes, una de esas en las que tienen que seguir trabajando y una que podría convertirse en uno de esos elementos que las nuevas tecnologías ayudan a mejorar.
Porque, aunque contar historias es un arte que viene de mucho más atrás que las nuevas tecnologías y en el que se puede echar mano de elementos muy antiguos para posicionarse en ese terreno (ahí está, por ejemplo, el hecho de que los cuentos de hadas son una de las historias mejor narradas en términos de storytelling y una de las que se pueden aprender muchas cosas), la tecnología podría convertirse en una suerte de apoyo para ajustar las historias y para hacerlas más efectivas.
De hecho, ya hay quien considera que la inteligencia artificial podría convertirse en esa aliada y ser ese elemento que las marcas pueden emplear para construir mucho mejor sus historias. Ya hay algunas grandes firmas del sector de las nuevas tecnologías que están apostando por esta idea y que creen que la inteligencia artificial será quien nos ayude en el futuro a ser mejores storytellers, mejores contadores de historias, como apuntan en un análisis en FastCompany.
Aunque aún queda mucho por hacer y mucho terreno por explorar, las firmas ya están creando las primeras herramientas que pueden ayudar a las marcas a ser mejores en storytelling. Por ejemplo, IBM tiene una herramienta que usando a Watson analiza el discurso de los influencers en los que las marcas están interesadas y su narrativa para establecer si encaja con la marca y si así se alineará con sus objetivos de marketing.
De este modo, si una marca quiere potenciar ciertos trazos sobre otros solo tiene que buscar a aquellos elementos que muestran esas características y apostar por ellos en su estrategia de marketing. También funciona escogiendo, por ejemplo, a los protagonistas de las campañas. Kia lo hizo en su anuncio de la SuperBowl de 2016 y logró un engagement un 30% superior, apuntan.
La tecnología como guía
La inteligencia artificial y las herramientas que ya han aparecido asociadas también permiten crear microhistorias. Es lo que hacen las que ayudan a crear respuestas automáticas en diferentes servicios. Y, sobre todo, permite ayudar a descubrir lo oculto. Para un storyteller humano, se pueden pasar por alto ideas o necesidades, pero, como explican en el análisis desde una de las firmas que trabaja en ese terreno, Ideo U, la inteligencia artificial puede ayudar a leer la audiencia y descubrir puntos de encuentro no explorados o latentes.
Es decir, los contadores de historias, los humanos detrás de la narrativa, no necesariamente estarán llamados a desaparecer en este nuevo contexto, aunque su trabajo se hará mucho más efectivo gracias a lo que la tecnología le está diciendo. La tecnología será como una brújula que marcará el camino cuando se adentre en áreas por explorar y que permitirá conectar mejor con las audiencias.
