Por Redacción - 13 Julio 2017
Las historias que han protagonizado la narración de las diferentes temporadas de Juego de Tronos, la serie de televisión basada en las novelas de George R. R. Martin y que, como apuntaban en uno de los programas de televisión que está adelantando el próximo estreno de la nueva temporada, se ha convertido en un fenómeno global, son ultrasangrientas y ultradramáticas. Es casi inevitable anunciar que se van a hacer spoilers (se harán) cuando se analiza lo que ha pasado en las diferentes temporadas y en los diferentes capítulos de la serie y cómo esto se puede aprovechar para comprender muchas otras cosas.
Juego de Tronos se puede emplear para comprender el valor de las redes sociales en los tiempos modernos (la serie es una usuaria maestra del social media marketing), de las dinámicas de poder, de los problemas del liderazgo o hasta del poder de la cultura popular en la economía. No hay más que pensar lo que me decía una amiga, fan de la serie, cuando le comentaba lo sorprendente que era ver a todos los alcaldes de todos los lugares en los que se había grabado la serie en España apareciendo felices y entusiastas hablando de la nueva temporada en un programa. "¿Cómo no lo van a estar?", me decía, "¡si la serie es una lluvia de millones!". Porque lo cierto es que la serie no es solo un impulso para la economía local con el gasto de los equipos de rodaje: También lo es con las visitas posteriores de los turistas entusiastas de la historia. De hecho, las localidades de España en las que se han grabado temporadas han vivido ya un repunte del turismo y han visto cómo preguntaban cada vez más por los escenarios de la historia, incluso cuando son escenarios de la temporada aún por estrenar.
Y, en fin, no olvidemos tampoco que entre los nombres con menores edades medias de mujer en España se encuentran Arya y Daenerys, dos de los personajes de la historia, según los datos del INE, lo que demuestra que se están poniendo de moda.
Pero sin duda Juego de Tronos sirve muy bien para comprender cómo contar historias. George R. R. Martin primero y los equipos de guionistas que han adaptado los libros a la televisión han logrado crear un universo sólido y han establecido una historia sólida, con un timeline que nunca hace aguas y que logra, a pesar de todo, mantener en vilo a los espectadores/lectores. A pesar de las miles (si no han sido miles, poco le faltará…) de muertes dramáticas y sangrientas, la historia sigue sorprendiendo a los receptores de la misma. De hecho, no hay más que pensar en cómo matan sin contemplaciones a los personajes principales para comprender lo sólida que es su narración. Son capaces de acabar con la estrella (o alguna de ellas) y que la historia no pierda interés.
Aunque lo cierto es que las lecciones de Juego de Tronos sobre cómo contar historias y sobre storytelling no se limitan solo a eso. De hecho, se podrían aprovechar los errores de sus personajes para muchas más cosas y pueden ser una poderosa lección sobre cómo deben construirse las narraciones en el mundo de la empresa. Para las marcas y las compañías, la narración es cada vez más importante, como demuestra el hecho de que cada día se le presta más atención al storytelling. Hay hasta empresas que tienen sus jefes de narración, por así decirlo, y que cuentan en sus plantillas con máximos responsables que se encargan de establecer cómo decir las cosas.
Y es que la narración y cómo se construye es importante no solo cuando se hace marketing de contenidos sino en todo momento: al fin y al cabo, en todo momento se están compartiendo cosas y se está diciendo algo al público. Siempre estamos haciendo una narración de nuestros objetivos y de nuestras ambiciones y siempre estamos intentando contarle algo al consumidor. Por ello, hay que intentar hacerlo siempre bien.
Algo que saben muy bien no pocos personajes de Juego de Tronos es lo que importa en manos de quién está la información y cómo la cuenta. Es también una de esas máximas que se nos recuerda de forma recurrente: la historia la cuentan los vencedores o quienes tienen el poder (lo que explica, por otra parte, por qué es tan importante recuperar ahora por ejemplo la historia de las escritoras olvidadas). Posiblemente el consejo les ha quedado claro a los Targaryen, que han pasado de poderosos a villanos en la historia porque al fin y al cabo fueron los que perdieron la guerra y quienes por tanto no tuvieron el control de la narración. No son los únicos.
Controlar la narración es también importante porque así permite gestionar quién sabe qué y cómo. Es lo que hace Ned Stark con Jon Nieve: él fue quien contó la historia del niño que se trajo consigo desde el sur, lo que le permitió manipular la narración a su antojo y establecer lo que quería que los demás supiesen. Por supuesto, las marcas no deben manipular nada ni mentir (los hijos secretos solo funcionan en las novelas…), pero este caso les permite comprender la importancia de ser quienes marcan cómo se cuenta algo.
Bien lo sabe Jon Nieve… Una de las cuestiones claras a las que se enfrentan todas las cosas es que van a tener quienes las apoyen y quienes no lo hagan. Es una cuestión que casi se podría decir natural. Siempre va a haber alguien que se oponga a algo o que no le guste. Para las empresas, esto es un problema, porque al fin y al cabo ellas quieren gustarle al mayor número posible de personas. Es un elemento clave en la ecuación de ventas.
Por eso, la narración y el acercamiento a los consumidores no puede perder de vista a aquellos que parecen menos conformes o más reticentes ante los cambios o ante lo que se les está ofreciendo. Hay que construir un caso firme, una buena narración con argumentos convincentes que los atraigan y los convenzan. Aunque es inevitable que alguien se muestre reticente o disconforme, hay que intentar construir historias que los acaben ganando. Jon Nieve no lo hizo y lo pagó con la muerte… Las empresas no van a tener hechicera alguna que las traiga de entre los muertos.
A veces no queda más remedio que cambiar por completo lo que se está haciendo. Las empresas ven como sus productos dejan de tener gancho o como su imagen corporativa deja de conectar con los consumidores. Tienen que hacer rebranding, tienen que lanzar nuevos productos, tienen que comprar a otras empresas (o ser compradas) y tienen (es doloroso, pero pasa) acabar con lo de donde dije digo, digo Diego. La serie está llena de narraciones similares. Los personajes que han cambiado de bando o que han dado un bandazo a lo que esperan hacer son muchos y muy variados. Todos ellos han tenido razones diversas para hacerlo… y finales distintos tras ello. Todo ha dependido bastante de cómo presentasen su caso. Saber contar bien qué es lo que lleva a cambiar las cosas y a tomar esas nuevas posiciones resulta fundamental para que el cambio sea un éxito.
El secreto de Juego de Tronos está, posiblemente, en que han sabido contar muy bien una historia. Al fin y al cabo, la historia no es original. Las tramas de secretos familiares, juegos de poder, traiciones y guerras son de lo más antiguo. Lo que la historia ha sabido ha sido narrarlo bien. Ten una buena narración y tendrás a tu audiencia captiva.
Esto ocurre no solo en la construcción de la narración sino dentro de la propia historia. ¿Quiénes logran tener éxito? Al final son quienes tienen historias poderosas y han logrado conectar con ellas con sus seguidores. Han sabido contarlas bien. Daenerys Targaryen logra conectar con grandes masas de seguidores en la historia y lo hace porque ha presentado su historia, su narración, de un modo mucho más convincente que los otros jugadores.