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Por Redacción - 2 Noviembre 2017
El contenido generado por los propios usuarios es uno de los elementos que marcas y empresas ven con cada vez mejores ojos. Que los consumidores sean quienes estén hablando de ti y que lo estén haciendo además de un modo positivo tiene muy buenos efectos en cómo te ven los demás consumidores y en cómo perciben igualmente lo que se comenta. Lo que un usuario dice tiene más valor y resulta mucho más creíble que lo que dice la propia marca o la propia compañía.
Por ello, las empresas alientan que sus usuarios hablen y que generen contenidos. Se crean hasta campañas especiales para lograrlo y se generan herramientas que hagan mucho más sencillo compartir y crear contenidos.
Pero ¿qué deben hacer las compañías una vez que han logrado que el consumidor hable? ¿Cómo pueden aprovechar los contenidos y cómo deberían emplearlos? Para las compañías, este contenido puede ser una mina positiva para su imagen de marca y no emplearlo sería una oportunidad perdida. Los marketeros deben integrarlos y unirlos a otros esfuerzos de marketing. En un análisis publicado en AdWeek sugieren 5 terrenos y acciones en los que estos contenidos se pueden reutilizar y emplear para alcanzar los objetivos de la estrategia de marca.
Básicamente es lo que más ilusión le hace a las empresas y el uso más atractivo que encuentran para este tipo de contenidos. Lo que se puede hacer en cuento los consumidores publican algo sobre la marca o la empresa es directamente compartirlo. Es el retuit, el compartir el link al blog de turno en Facebook o, por supuesto también, lo que están haciendo ahora mismo todas las marcas que han descubierto en Instagram las apps para repost. Para las compañías es una manera no solo de dotar de contenidos sus perfiles sino también de hacerlo de un modo que resulta especialmente creíble para los consumidores.
Algunas empresas de ecommerce ya lo están haciendo. La tendencia se ve sobre todo en las que venden productos de moda, que han abierto la mano a que sus compradores puedan subir sus looks a sus páginas y que hacen también una importación de lo que se publica de forma pública en redes sociales a sus espacios, para que así los nuevos compradores puedan ver fotos reales de los productos que les interesan. Es como crear un catálogo y logra un muy positivo impacto entre los consumidores. Según los datos de algunos estudios, el retorno de visitantes crece en un 20% y el de tiempo que el visitante pasa en el site en un 90%.
Uno de los anuncios más míticos del iPhone usaba imágenes que sus propios consumidores habían grabado con sus cámaras de sus terminales. Para los consumidores, el anuncio hecho con imágenes que los propios consumidores han creado resulta atractivo y amable, algo creíble. De hecho, las medias de clics que logran son mucho mejores (cuatro veces superiores) a las que logran otros anuncios. Por otra parte, para las marcas detrás también les sale más barato. El coste por clic cae en un 50%. Eso sí, no vale usar cualquier contenido para hacer esa publicidad. Antes de hacerlo hay que crear unas reglas claras del juego y alertar a los consumidores de lo que se va a hacer.
O lo que es lo mismo: usa lo que los consumidores están publicando y diciendo para crear tus propios contenidos. El contenido generado por los usuarios puede convertirse, por ejemplo, en un post en tu blog corporativo. Puede servir para hacer un tutorial sobre cómo hacer algo con el producto, puede servir para mostrar usos o para crear material de conversación (lo que hace, por ejemplo, Instagram dedicando a lo que publica uno de sus usuarios una de sus actualizaciones semanales).
Dado que las empresas tienen que luchar con fuerza para posicionarse en la bandeja de entrada de los consumidores y para conseguir que estos les presten atención, usar el contenido generado por usuarios puede ser una manera de ser diferente y distinto.
