Con la irrupción de la automatización y la inteligencia artificial en muchos sectores de la economía, cabe preguntarse cómo afectará este proceso a los medios de comunicación. La industria de los medios está en fase de transición, no en declive. Ahora resurgen como productos más digitales, más personalizados, más automatizados, más de pago y, esperemos que en el futuro, con menos fake news. Lo cierto es que los editores se pueden apoyar en la automatización para que las operaciones sean más eficientes, lo que ayudará a maximizar sus ingresos. Pero los robots no reemplazarán a los periodistas en el corto plazo.
Por ejemplo, necesitaremos de la automatización para ayudar a confirmar qué noticias son fiables y auténticas, algo que FlipBoard ya está haciendo, eso sí, con la ayuda de la supervisión humana. Necesitamos cambiar los formatos en los que se ofrecen las noticias para que los periodistas puedan escribir contenido de manera rápida y eficiente. Pero el contenido ya no puede consistir simplemente en texto e imágenes. Es necesario que equipos humanos, y no robots, creen plantillas interactivas visuales que los periodistas puedan poblar para ofrecer contenido que impulse la participación de la audiencia. Cuanto más tiempo de permanencia, más capacidad tiene el medio de monetizar la visita.
Por cierto, no hace falta mencionar que los robots no pueden descubrir y cubrir noticias en lugares a los que los ordenadores no pueden llegar. La automatización es una realidad; la consultora McKinsey predice que estas tecnologías tendrán un impacto económico de entre 5,2 billones y 6,7 billones de dólares para el año 2025. Pero eso no significa que las noticias nos vayan a llegar sin periodistas.
El temor de que la tecnología recorte empleos es desproporcionado. Los medios son conscientes de que tienen que hacer más con menos y hacer que los periodistas sean más productivos sin quemarlos. Aunque algunos podrían verse desplazados, la mayoría de las herramientas de inteligencia artificial proporcionarán una tecnología muy potente para crear valor y eficiencia, no sólo para conseguir más clics.
Se presentan oportunidades para proporcionar mejores y más relevantes servicios, eliminar tareas repetitivas y liberar a los periodistas para que dediquen su tiempo a buscar y contar mejores historias. Además, la tecnología impulsada por la inteligencia artificial ayudará a los medios a cambiar sus modelos centrados en el alcance (con aburridos anuncios estáticos) a otros enfocados en la interacción (incluidos modelos de suscripción y anuncios premium con los que los usuarios realmente deseen interactuar). Esto significa que hay que aprovechar la tecnología alimentada por la inteligencia artificial para ayudar a aumentar el tiempo que los lectores pasan en el medio, proporcionando así contenido más personalizado y relevante, algo difícil de lograr sin inteligencia artificial.
Vemos ejemplos en China, donde Toutiao ha logrado una audiencia de 120 millones con una permanencia media diaria de 74 minutos. Actualizan constantemente las noticias en función de lo que sus máquinas han aprendido sobre las preferencias de cada lector, el tiempo que dedican a determinados artículos y su ubicación. En el Reino Unido, The Times ha creado un servicio de recomendación llamado James, con el objetivo de conocer las preferencias individuales y personalizar automáticamente cada edición en términos de formato, tiempo y frecuencia. Reuters está construyendo una herramienta de Inteligencia Artificial para ayudar a los periodistas a analizar datos, sugerir ideas e incluso escribir algunas frases, no con el objetivo de reemplazar a los redactores, sino de asistirles en la redacción. Así mismo, en el debate sobre la verificación de las informaciones, estamos viendo plataformas que ayudan a señalar imágenes falsas y confirmar las auténticas de forma inmediata para que las redacción eviten errores difíciles de explicar.
Los periodistas son cada vez más comunicadores multimedia, provocado por los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas tecnologías. Deben usar herramientas para crear y editar video, ofrecer formatos atractivos para sus contenidos y abrir la puerta a la participación de los lectores, a los que se les puede preguntar por su punto de vista.
La pérdida de atención entre la audiencia empuja a las redacciones a invertir en herramientas que logren que el contenido sea más cautivador, envolvente y atractivo para que los lectores se queden más tiempo. Cuando se incluyen elementos interactivos en las noticias, la gente pasa un 20% más de tiempo en esa página. Veremos como en un futuro a corto plazo, los equipos editoriales dependerán más de las herramientas de terceros que ayudan a los periodistas a crear de manera diferente y eficiente contenido de alta calidad que tienen un formato que incluso los lectores con menos tiempo disponible o atención desean consumir. Quieren voltear, deslizar, votar, hacer clasificaciones, tocar y comentar. Por lo tanto, la automatización debe ayudar a los periodistas a personalizar sus informaciones. Esta realidad va a cambiar las métricas de los medios, que se centrarán más significativamente en las interacciones y en nivel de participación mostrado en cada artículo, y menos en el número en bruto de visitas.