Por Redacción - 10 Mayo 2017
Aunque los memes no son en realidad algo tan nuevo, internet los ha convertido en uno de los elementos de moda y en una de las cuestiones que se han convertido en una obsesión para los creadores de contenidos, para los internautas y para las marcas y empresas que están usando la red para intentar conectar con los consumidores. Este tipo de contenidos llevan siglos y hasta milenios circulando entre los ciudadanos: internet y sobre todo las redes sociales lo que han hecho fue multiplicar su fuerza y su alcance. Ahora las cosas no solo logran más éxito y más rápido, sino que además también tienen una vida más corta. Los memes son cada vez más fragmentarios y más efímeros. Llegan, triunfan, se convierten en lo que todo el mundo está hablando de ello y luego desaparecen en la lista de cosas que ya han pasado su momento.
Pero esto no es lo único que se podría considerar nuevo de la fiebre por los memes y por el interés creciente que ahora despiertan. Lo que ha cambiado ahora también cómo estos logran conectar con los consumidores y cómo logran convertirse en uno de los elementos de moda está en quién usa esos mensajes para llegar a los demás. Los memes han dejado de ser solo un elemento de comunicación y se han convertido en también algo que las compañías emplean. Es lo que en un análisis de Forbes llaman "meme marketing". El marketing ha captado también a los memes y ha empezado a usarlos para conectar con los consumidores.
La razón está clara: como apuntan en el análisis, cuando mucha gente está mirando algo y prestándole atención se produce un efecto llamada para las marcas. Ellas también quieren estar presentes. Y dado que los consumidores están invirtiendo cada vez más tiempo en las redes sociales (100 minutos al día son los que dedican a estar presentes en este entorno) y dado que los memes se han convertido en un elemento "nativo" del lenguaje de las mismas, integrados por completo en ellas y marcando la diferencia entre los que saben y los que no de qué va el tema, que despertasen interés era algo que se podía dar ya por hecho y por sentado.
Las marcas y las empresas quieren publicar contenidos en redes sociales que no solo les ayuden a estar ahí, sino que también logren mejorar su conexión con los consumidores y sus vínculos con ellos. Por tanto, las compañías están usando todos aquellos elementos que permiten posicionarse de un modo "superior". Tienen que darle a sus audiencias lo que estas esperan encontrar en ese escenario. Y eso supone saber jugar con los memes y saber incluirlos en la conversación.
Las marcas emplean tanto los memes que ya existen como crean memes a su medida. Para emplear los ya existentes, las empresas tienen que saber cómo incorporarlos a la conversación sin que parezca que los están "robando". Es decir, tiene que ser de un modo natural y orgánico al tiempo que original y divertido. Tiene que "encajar" con el meme.
#TFWGucci Collage artist @edouardtaufenbach, takes a serialized tack when constructing his kaleidoscopic, hand-glued collections of photographs. The artist"s work for #TFWGucci is nostalgic, winsome, and abstract. Interpreting the image, @cabbagecatmemes (John Trulli) finds a commentary on waiting for friends to go out one night. - Text by @helenh0lmes Read more through link in bio. Una publicación compartida de Gucci (@gucci) el
Muchas firmas los incorporan en sus mensajes y otras incluso hacen publicidad con ellas. Gucci lanzó hace poco una campaña convirtiendo memes en anuncios (cada anuncio de uno de sus productos era en realidad un meme recreado) y otra compañía, esta de una herramienta de mensajería, sacó los memes a la calle y los convirtió en vallas publicitarias. Con ello lograba sorprender a los potenciales usuarios y lograba demostrar que sabía "de que iba eso".
También es bastante conocida la campaña de Virgin, que usó también en vallas publicitarias al conocido como success kid para promocionar su nuevo paquete de televisión de pago.
Otras compañías directamente crean sus propios memes a medida, con la expectativa muchas veces de que se conviertan en virales y esto les permita multiplicar el alcance del mensaje. De hecho, entre las muchas profesiones que se han creado al calor de las redes sociales hay manager de memes (que se encargan de mediar entre los creadores de memes y quienes quieren usarlos) o creadores de memes. A medida que las empresas quieren usar este tipo de contenidos, tienen que encontrar a quienes les den ese servicio. Estos creadores de memes pueden llegar hasta a pedir 2.000 dólares por cada crear uno de estos contenidos.
circuló que se cotizaba en los 100 millones de dólares, pero la cifra fue compartida, desmentida y reanalizada en la red).
Sea como sea y se use como se use (ya sea un meme propio creado para la marca o uno que la compañía emplea de la conversación online), las empresas tienen que tener claras ciertas normas de uso y ciertas reglas del juego.
Antes de hacer nada, hay que tener claro que se comprende realmente de qué va esto y cómo funciona. Usar memes por usar y sin saber qué quieren decir acaba llevando a que las empresas no solo parezcan ese tío que intenta ir de moderno con sus parientes jóvenes, sino también puede empujar a que se metan en un jardín en términos de significado. Además, si no se tiene claro qué significan estas cosas se puede arriesgar a o bien no sentirse cómoda en la conversación o a tomarse demasiado en serio. Los memes son, en la era de las redes sociales, divertidos, graciosos y sin miedo al ridículo.
Por otra parte, hay que generar un contenido que se quiera compartir y publicarlo en el tiempo exacto. Nada peor que emplear un meme cuando este ya ha pasado de moda.