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Negocios online y Marketing Digital, los sectores con mayor intrusismo profesional en la formación y los cursos online

Herramientas y plataformas accesibles permiten a cualquier persona con conocimientos básicos de internet diseñar y ofrecer cursos de marketing digital, sin necesidad de la rigurosa preparación académica o la experiencia práctica que serían deseables.

Por Redacción - 17 Junio 2024

El sector del marketing digital ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, impulsado por la expansión de internet y las nuevas tecnologías. Este crecimiento ha generado una demanda insaciable de profesionales capacitados en áreas como SEO, SEM, redes sociales y analítica web. Sin embargo, junto con esta demanda ha surgido un problema significativo: el intrusismo en la formación online.

Es difícil precisar cifras exactas sobre el intrusismo en el sector de la formación y los cursos online, dado que gran parte de esta actividad ocurre en las sombras y rara vez se denuncia públicamente. No obstante, diferentes estudios y análisis proporcionan una visión aproximada de la magnitud del problema. Según los datos, el intrusismo podría afectar hasta un 30% del sector de la formación en España, con un impacto económico estimado en más de 1.500 millones de euros anuales.

En el contexto específico del marketing y los negocios digitales, la situación no es menos preocupante. Aunque no hay datos definitivos que sitúen a este sector como el más afectado por el intrusismo, varios indicadores sugieren que se encuentra entre los más vulnerables. La alta demanda de formación en marketing digital ha atraído a individuos sin la formación adecuada, quienes ven en la enseñanza online una oportunidad para capitalizar sus conocimientos superficiales o desactualizados.

El ejercicio profesional requiere conocimientos específicos, una titulación y, en ocasiones, colegiación obligatoria para ser legalmente ejercida. La práctica de una actividad profesional sin la debida titulación, o haciendo pasar por cualificado a quien no lo está, está tipificada como delito en el Código Penal. El intrusismo profesional es un problema significativo que afecta a diversas actividades más allá de lo que se suele percibir inicialmente. Sin embargo, en España, la normativa sobre la enseñanza y formación en marketing no siempre exige una colegiación específica ni una titulación obligatoria para impartir cursos. A pesar de ello, quienes deciden ofrecer formación en este ámbito deben adherirse a estándares de calidad y ética profesional. Esto es crucial para evitar problemas legales asociados al intrusismo o a la falta de veracidad en los contenidos enseñados.

La facilidad para crear cursos online ha exacerbado este problema.

Herramientas y plataformas accesibles permiten a cualquier persona con conocimientos básicos de internet diseñar y ofrecer cursos de marketing digital o negocios online, sin necesidad de la rigurosa preparación académica o la experiencia práctica que serían deseables.

Esta proliferación de cursos de calidad cuestionable dificulta a los consumidores discernir entre programas formativos legítimos y aquellos impartidos por "instructores" sin las credenciales adecuadas. La falta de una regulación específica es otro factor que contribuye al problema. A diferencia de otros sectores profesionales más regulados, como la medicina o el derecho, el ámbito de la formación online carece de normativas claras que regulen quién puede enseñar y qué estándares deben cumplir los programas educativos. Esta falta de regulación no solo dificulta la identificación y sanción de prácticas fraudulentas, sino que también permite que el intrusismo florezca en un entorno donde la transparencia y la calidad deberían ser prioritarias.

Encuestas realizadas a profesionales del marketing y los negocios digitales han revelado una creciente preocupación por la presencia de instructores sin las competencias adecuadas en el campo de la formación online. Informes como la “Radiografía del sector eLearning en España 2023” revelaba que el 67% de las empresas del sector de la formación online han detectado casos de intrusismo en los últimos dos años.

Esta preocupación no es infundada, ya que los efectos del intrusismo pueden ser perjudiciales en varios niveles. Los estudiantes que se inscriben en cursos impartidos por instructores no cualificados corren el riesgo de recibir una educación deficiente, lo que compromete su desarrollo profesional y sus oportunidades laborales. Además del perjuicio directo a los estudiantes, el intrusismo daña la reputación de todo el sector de la formación online. Las prácticas deshonestas y la oferta de cursos de baja calidad socavan la confianza del público en la educación digital, desalentando a potenciales estudiantes que podrían beneficiarse de programas auténticos y bien diseñados. Las empresas legítimas que invierten en la creación de contenido educativo de calidad también se ven afectadas por una competencia desleal, donde instructores no cualificados pueden ofrecer precios más bajos o promesas vacías que atraen a consumidores desprevenidos.

Cursos de Marketing de calidad cuestionable y con promesas grandilocuentes

La gran mayoría de los cursos de Marketing de quienes practican este intrusismos profesional suelen tener como característica común, una calidad cuestionable y muchas promesas grandilocuentes. Muchos de estos cursos, disponibles en internet y ofrecidos por individuos que incursionan en este campo, suelen atraer a estudiantes con la promesa de resultados milagrosos o éxito profesional garantizado sin esfuerzo alguno. Esta oferta seductora suele ser especialmente atractiva para aquellos que buscan soluciones rápidas y fáciles para sus problemas.

Estos cursos a menudo prometen resultados increíbles en períodos de tiempo muy cortos, como la obtención de empleos bien remunerados sin experiencia previa o la adquisición rápida de habilidades complejas como dominar un nuevo idioma en una semana. Sin embargo, la realidad es que estas promesas raramente se cumplen. La falta de rigor académico es especialmente preocupante: muchos de estos cursos carecen del respaldo de instituciones educativas reconocidas y no son impartidos por profesionales cualificados en la materia. Además de la falta de credenciales académicas, el contenido de estos cursos suele ser de baja calidad. Puede ser superficial, desactualizado o incluso estar plagado de errores. Esto no solo limita el aprendizaje efectivo, sino que también puede confundir a los estudiantes y desilusionarlos cuando descubren la falta de sustancia detrás de las promesas iniciales.

Otro aspecto problemático son las tácticas de marketing agresivas utilizadas para atraer estudiantes. Estas incluyen técnicas engañosas como publicidad falsa o presiones temporales para impulsar la inscripción rápida. Estas estrategias no solo son éticamente cuestionables, sino que también contribuyen a la perpetuación de un ciclo de desinformación y decepción entre los aspirantes a estudiantes. En consecuencia, quienes invierten tiempo y dinero en estos cursos con la esperanza de mejorar sus habilidades o avanzar en sus carreras suelen enfrentarse a una realidad decepcionante. La falta de resultados puede generar frustración y desmotivación, afectando negativamente la autoestima y el progreso profesional de los estudiantes. Además, estos cursos de baja calidad también dañan la reputación del sector de la formación online en su conjunto, dificultando el trabajo de aquellos que se esfuerzan por ofrecer programas educativos genuinamente útiles y de calidad.

Aunque los cursos online sin certificación pueden ser herramientas útiles para adquirir determinados conocimientos básicos, en algunos casos no son suficientes para demostrar una formación profesional completa.

Los cursos online que carecen del respaldo de instituciones académicas y profesionales tienden a enfocarse principalmente en aspectos técnicos, dejando de lado habilidades igualmente importantes como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Estas habilidades son cada vez más valoradas por los empleadores, pero su desarrollo puede ser limitado por quienes practican este intrusismo. Además, muchos de estos cursos no están reconocidos ni avalados por instituciones educativas o profesionales relevantes, lo cual puede afectar su aceptación por parte de los empleadores y limitar las oportunidades profesionales disponibles para quienes los completan. El intrusismo en el sector de la formación online, particularmente en áreas como el marketing digital, representa un desafío serio que requiere acciones concertadas por parte de los reguladores, las instituciones educativas y los consumidores. La adopción de normativas claras y la promoción de estándares de calidad son fundamentales para proteger a los estudiantes, preservar la integridad del sector y promover un ambiente educativo online confiable y efectivo.

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