Por Redacción - 15 Febrero 2016
Si se compara cómo ha cambiado el mundo en los últimos años y el modo en el que lo hizo en las décadas anteriores (ni siquiera hay que remontarse a siglos anterior), se puede ver que cada vez las cosas cambian mucho más rápido y que cada vez las cosas generan más y más retos y de forma más y más acelerada. Las cosas cambian a la velocidad de la luz y los ciudadanos tienen que adaptarse de forma más rápida a estos cambios. Internet no solo ha generado un nuevo espacio de comunicación, sino que también ha creado nuevos servicios, nuevas herramientas y nuevos elementos que los ciudadanos deben conocer y usar para poder estar a la altura de lo que la sociedad exige e impone en estas nuevas condiciones.
Pero lo cierto es que no solo los ciudadanos tienen que aprender a pagar sus impuestos online, a ver la tele empleando en realidad una plataforma de VoD o a comprar el billete de las vacaciones de verano en la red. Los cambios se aplican a muchas más cosas y tienen muchas más "víctimas". Las primeras que tienen que comprender cómo funcionan estos nuevos escenarios y sobre todo cómo cambian las dinámicas son las marcas. Las marcas necesitan comprender en todo momento qué hacen los consumidores y cómo deben llegar a ellos y precisan entender cómo se crean nuevas oportunidades en este nuevo territorio. Para ellas, estar al día no es una cuestión de simplemente conocer la información y ver qué está ocurriendo. Para las marcas, conocer las cosas que están irrumpiendo y responder ante ellas es de vital importancia, ya que es un elemento que puede empujarlas al éxito o dejarlas lastradas y encaminadas al fracaso.
Esta necesidad de las marcas tiene un impacto directo entre sus trabajadores y entre lo que estas compañías buscan cuando se habla de recursos humanos. Las marcas necesitan empleados que estén siempre a la última y que sepan siempre lo que se está haciendo y lo que se va a hacer. Necesitan trabajadores que conozcan las últimas innovaciones y las últimas tendencias en el mercado, especialmente en áreas que se han convertido en tan dinámicas en los últimos años como la comunicación o el marketing. En medio de la avalancha de tantos elementos y de tantas herramientas, necesitan a trabajadores que sepan estar a la altura y que sepan de lo que se habla cuando se habla de big data, de neuromarketing, de social media, de m-commerce?. y de lo que toque en ese momento.
Las compañías se han lanzado a una carrera por acaparar el talento. Cada vez que aparece una nueva herramienta o una nueva tendencia pocos son, en realidad, los que están preparados para responder a las expectativas y para crear una estrategia acorde con los nuevos tiempos. Las marcas tienen que ser capaces de hacerse con los profesionales que los guiarán en ese nuevo terreno de juego.
Y ¿qué es lo que está creando esta realidad y esta necesidad constante por parte de las marcas de contar con profesionales que siempre estén a la última? Los trabajadores que son capaces de mantenerse al ritmo de las novedades o que tienen grandes conocimientos y capacidades en el espacio exacto en el que las empresas buscan ese talento se han convertido en empleados muy buscados y muy demandados. Por ello, los profesionales quieren ser lo que las marcas están buscando.
Los cursos y la formación continua
Los trabajadores del área de marketing y de comunicación han empezado a tener que seguir las mismas pautas que los médicos y los profesionales sanitarios. Ellos tienen que estar en constante formación y se pasan una parte muy importante del tiempo que dedican al trabajo leyendo artículos y asistiendo a cursos que les permiten estar al tanto de las últimas técnicas, los últimos medicamentos y los últimos avances, ya que estos les permiten mejorar su efectividad y ser más efectivos a la hora de tratar a sus pacientes. El estar a la última puede llegar a marcar la diferencia entre la vida y la muerte; y para las marcas que sus empleados de según qué áreas pueden ser también lo que los separe del éxito o del fracaso absoluto y la desaparición.
Y así, tanto quienes tienen ya un trabajo y quieren seguir siendo una parte crucial dentro de su empresa como quienes quieren cambiar de empleo o están a la búsqueda de uno, los profesionales de marketing han hecho de la formación una cuestión clave y fundamental. Encontrar los mejores cursos de marketing ha dejado de ser una cuestión baladí: contar con una formación a la última y estar al tanto de los últimos cambios y de las últimas tendencias puede ser el elemento que garantice contar con una carrera prometedora en el universo del marketing. Los profesionales tienen que ser más rápidos que nunca a la hora de comprender los cambios y tienen que saber mejor que nunca qué imponen esos cambios. Ya sean másters, postgrados, cursos de reciclaje o simplemente cursos de formación continua, los trabajadores del sector tienen que estar en todo momento aprendiendo algo ya que, en este dinámico universo en el que se mueven las marcas, siempre hay algo que aprender.
A eso se suma otra cuestión y otra realidad. En el siglo XXI ya no vale con ser simplemente un profesional del marketing. Lo genérico ha dejado de ser útil y los profesionales han tenido que aprender una nueva realidad. Ahora, el trabajador tiene que ser alguien muy especializado, al que se le exigirán conocimientos en áreas específicas. No hay más que ver las listas de capacidades cada vez más demandadas y los profesionales que están protagonizando cada vez más ofertas de trabajo y más corrientes de contratación para ver que las marcas necesitan cada vez a profesionales que destaquen en puntos cada vez más específicos.
Los trabajadores se ven obligados, por tanto, no solo a formarse en el área y a terminar una formación en marketing, publicidad o comunicación. Tras ello, acaban llegando - o tienen que llegar - los cursos de formación, que le permitirán apuntalarse en lo específico y mostrar un perfil que sobresale en un área concreta.
