Por Redacción - 13 Junio 2018
La formación continuada se ha convertido en un arma de los profesionales para adaptarse a los cambios del mercado, buscar posiciones mejores o más satisfactorias o para posicionarse como el talento que las empresas necesitan en estos tiempos. Por ello, los trabajadores del área del marketing continúan estudiando y siguen adaptando sus conocimientos y su formación a lo que los nuevos desarrollos y los cambios en el mundo del marketing imponen.
Pero ¿qué se debe buscar cuando se está decidiendo que máster, postgrado o curso de marketing estudiar? En principio, hay que pensar en la trayectoria propia y en los intereses propios. Al fin y al cabo, lo que se está marcando es el futuro profesional de cada cual y esto hace que no tenga mucho sentido especializarse en algo que sabemos que no nos gustará - y hará que nos quememos como profesionales muy rápidamente - simplemente porque es uno de los temas de moda. Hace unos años, parecía que todo el mundo tenía que especializarse como community manager, a pesar de que no pocos sabían que iban a odiar ese trabajo.
Para continuar, hay que tener en cuenta qué está buscando el mercado y qué se necesita para comprender cómo funciona el terreno del marketing en este momento. ¿Cuáles son las capacidades que las empresas necesitan?
Una de las cuestiones que está marcando la agenda en marketing y en lo que se espera y se busca de los profesionales de este terreno está en cómo se deben adaptar a las nuevas necesidades que la tecnología ha impuesto. La estrategia de marketing está cada vez más vinculada a herramientas tecnológicas y está mucho más conectada a lo que estas están señalando y recomendando. Es la era en la que los datos de los consumidores se han convertido en un activo y en la llave para posicionarse mejor en el mercado.
Por tanto, las empresas necesitan no solo perfiles específicos muy vinculados a esas áreas (lo que explica, por ejemplo, cómo y por qué están buscando perfiles científicos y matemáticos), sino también a marketeros con conocimientos y capacidades en este terreno. Necesitan a trabajadores de marketing que hablen ese idioma y que sepan hacer las preguntas necesarias en ese terreno. Por ello, la formación en áreas como el big data, la analítica o la gestión de datos se ha convertido en un poderoso activo, uno que abrirá las puertas en el terreno laboral y uno que posibilitará al trabajador del sector estar al día con los cambios que están modificando la agenda.
Estos puntos anteriores son muy importantes y claves, pero no son los únicos elementos que marcan cómo la tecnología está modificando la estrategia de marketing. Al listado de elementos tech se han ido sumando muchos más puntos. Entre ellos, están la inteligencia artificial, la realidad virtual y realidad aumentada o el blockchain, tecnologías que tienen un peso diferente en distintos terrenos y que funcionan y se aplican de un modo distinto. Todas ellas, sin embargo, tendrán un impacto en la estrategia y cambiarán cómo se hacen las cosas. Y para todas ellas hay que ser capaces de tener un margen de respuesta.
Por ello, la formación en todas aquellas áreas vinculadas a la transformación digital resulta muy valiosa y ayuda a perfilarse como un profesional preparado para el mercado en el que tiene que moverse. Si a eso se suma además una formación transversal, una que permita actuar de una forma mucho menos compartimentada y que posibilite conectar de un modo mucho más amplio, que tenga en cuenta como diferentes palos funcionan de forma conjunta, mucho mejor.
Si se habla de transformación digital, el marketing digital se da ya prácticamente por sentado. Sin embargo, no se debería olvidar la formación específica en este terreno simplemente porque haya cosas más nuevas y más brillantes. Una formación que abra la puerta de los puntos básicos del marketing digital y de las redes sociales resulta crucial, ya que es la base, el andamiaje, sobre el que funcionará todo lo demás. Este tipo de formación es tan bien muy importante cuando lo que se está haciendo es una actualización de conocimientos y cuando se están reciclando perfiles que ya no encajan tan bien con el mercado actual.
Por otra parte, no todo en marketing es tecnología y no todo está en aprender únicamente lo que ocurre en internet y cómo usar las herramientas que la red dispone. El marketero también tiene que ser bueno en muchas otras áreas, muchas de ellas igualmente importantes de cara a la red y a esas cuestiones que se han convertido en decisivas en el terreno digital, aunque también con buenas aplicaciones fuera de ella. Una de esas cuestiones es la capacidad para contar historias.
El storytelling y el saber mantener una buena narración, o identificarla, se han convertido en decisivos en la era del marketing de contenidos y en la era en la que a los consumidores cada vez les importan más las historias. En un momento en el que hasta las propias empresas tienen que tener una historia fundacional, saber contar una historia o saber generar las condiciones propias para ella se ha convertido en crucial.
Y, muy vinculado con el punto anterior, a la hora de especializarse y ampliar conocimientos no hay que centrarse únicamente en lo nuevo, en lo que ha llegado en las últimas épocas.
Muchos elementos tradicionales de la formación en marketing y muchas de sus áreas de especialización no solo siguen siendo importantes, sino que también continúan siendo cruciales en la estrategia de las empresas. Es por ello que elementos como pueden ser desde la comunicación corporativa hasta el SEO siguen siendo relevantes y las empresas siguen necesitando a personal formado en esos terrenos.