Por Redacción - 7 Enero 2019
Si durante los próximos días se ve alguna de las ediciones de los telediarios de la televisión, lo más probable es que se acabe viendo algún reportaje o alguna emisión en la que el periodista se va a un gimnasio a cubrir el crecimiento de las nuevas altas. La historia seguirá el pico de nuevas altas y como, cuando se arranca un año, uno de los propósitos habituales que la gente se hace es el de hacer más deporte. Más deporte y una vida más sana.
La lista de los propósitos de Año Nuevo no se queda ahí. Siempre se añaden muchos más elementos que implican hacer más, mejorar, cumplir con lo que se cree que se debería estar haciendo o simplemente dar pasos para ser más feliz o sentirse mucho mejor con uno mismo. Y sí, mientras se escribe el listado de las cosas que se piensa hacer y se intentarán conseguir se asume ya que lo más probable es que no se cumpla con ni de la cuarta la mitad.
Pero a pesar de ello, y a pesar de que año tras año repetimos la misma pauta de comportamiento, hay un elemento que se debería incluir en estos listados y que debería entrar dentro de esa minoría de cosas que sí hacemos. Los propósitos de Año Nuevo, al menos los de los trabajadores del terreno del marketing y de la publicidad, deberían incluir siempre la formación continua. Los marketeros deben afrontar el nuevo año con la intención de conocer bien qué es lo que está cambiando las cosas en su industria y con el de establecer claramente qué es lo que esperan hacer para conseguir estar al día de esos cambios.
Igual que en la recta final del año se han leído los resúmenes de los medios con aquellas noticias que fueron más importantes y más decisivas durante el año y al igual que se han leído también las previsiones de lo que va a marcar la agenda, hay que ser conscientes de que se tiene que estar en todo momento aprendiendo. ¿Por qué el Año Nuevo es el mejor momento para incluir esta necesidad entre las cosas que hay que hacer?
En algún momento hay que hacer borrón y cuenta nueva y asumir lo que se está haciendo mal y lo que se debería hacer mejor. El Año Nuevo es casi como el momento natural para ello, como para muchos todavía lo es - aunque hayan dejado el colegio tiempo atrás - el principio del curso escolar. Es el momento de hacer balance de lo que se ha hecho y de establecer qué es lo que se debe hacer y, a partir de ahí, tomar decisiones relacionadas con ello.
En realidad, el análisis de nuestras debilidades y fortalezas en el mundo del marketing y de la publicidad no debería estar limitado a un momento concreto del año. Los profesionales de la industria deberían estar en todo momento siendo conscientes de ello y haciendo el examen de conciencia necesario para detectar en qué fallan y qué deberían estar cuidando y vigilando. Sin embargo, los grandes momentos de cambio son uno de los momentos en los que psicológicamente estamos más predispuestos para ello.
En el cambio de año se siente casi como natural hacer todo el proceso de ver qué falla y qué tenemos que hace en nuestras vidas, así que es también el momento en el que estaremos más abiertos a hacerlo también en nuestro CV y en nuestra formación y conocimientos.
Y, además, la formación continua es fundamental y clave, porque es lo que permite a los profesionales estar al día de hacia dónde va el mercado y de cuáles son los cambios y las tendencias que están marcando la agenda. Si se quieren tomar las mejores decisiones y si se quiere ser lo más eficiente posible en el trabajo, no queda más remedio que tener estos conocimientos y ser capaces de aplicarlos.
Y esto sucede por culpa de otro punto clave y determinante, el de la constante evolución del mundo del marketing y de la publicidad y de, en general, el universo en el que se mueven las empresas. Las cosas están cambiando siempre, adaptándose a los nuevos tiempos, y el boom de internet y de la sociedad digital solo ha hecho que estos cambios se produzcan mucho más rápido y de un modo mucho más dinámico.
Para estar al día de lo que requieren las cosas, para lograr que la empresa esté al ritmo de los tiempos, no queda más remedio ya que posicionarse de una manera mucho más conectada con esos tiempos, una que sepa mucho más y mejor qué está pasando. Para sobrevivir hay que tener esos conocimientos.
Además, es importante tener en cuenta que estos conocimientos no solo tienen que adquirirlos los nuevos profesionales que se están incorporando a la industria del marketing y de la publicidad y que están empezando de cero. Todos los profesionales tienen que hacerlo y todos tienen que saber hacia donde van las cosas, lo que hace que la formación continua y el seguir adquiriendo conocimientos y capacidades resulten más clave que nunca.