Por Redacción - 27 Julio 2011
El auge de las redes sociales fomenta la socialización de los usuarios y su integración en grupos con intereses similares ya que compartir experiencias hace que los usuarios se involucren emocionalmente. Estos valores han llegado al comercio electrónico que ha convertido el consumo en un acto social, propiciando entre las empresas nuevos enfoques para la captación de clientes. “El fenómeno se plantea como un valor añadido tanto para comerciantes como para compradores porque se abre una nueva vía de interrelación” aseguran desde CiudadMarket, el primer canal español de social shopping.
El intercambio social que se produce a la hora de realizar una compra cambia la orientación tradicional de la venta. La comunicación unidireccional se ha quedado obsoleta para dejar paso a un canal de información recíproco y proactivo. El cliente goza ahora de un mayor volumen de información que retroalimenta e incrementa constantemente mediante comentarios y respuestas.
Las campañas promocionales, tanto de productos y servicios como de comercios, se han convertido en auténticos eventos sociales, donde lo que más cuenta es el impacto en la audiencia y el “ruído” que se genere alrededor de los mismos. Si se hace una gran inversión en publicidad, pero ésta no llega a tocar la fibra emocional del consumidor y no se genera difusión y viralidad, el mensaje habrá fracasado. Es necesario que la comunicación sea proactiva, no exclusivamente comercial. Una actitud abierta por parte de los comercios hacia las necesidades del consumidor facilita y refuerza su confianza y fidelidad.
La posibilidad de interactuar con los comercios y compartir la experiencia con una comunidad de consumidores convierte el proceso de compra en una experiencia. Las acciones sociales más comunes consisten en crear foros de opiniones o hacer comparativas de precios. La venta directa ya no se centra en el producto sino en la vivencia a lo largo de todo el proceso de interactuación y compra. Esto influye en la percepción de la empresa, lo que se traduce en un incremento de la lealtad por parte del consumidor.
La complementación de los canales de venta se ha convertido en una necesidad para las empresas. Combinar información acerca de un producto o servicio, crear un debate sobre el tema, resolver dudas directamente u ofrecer promociones especiales según el tipo de cliente son sólo algunas de las ventajas que aporta este nuevo sistema.
Ya existen unos pocos portales que integran escaparates online, promociones y redes sociales o foros para satisfacer las necesidades los clientes. Estos portales están en continua evolución gracias al “afán de recoger sugerencias y encontrarse con las necesidades de los usuarios de participar en un proceso de compra colectivo y completo desde el punto de vista emocional”.
Promociones sociales
En las promociones sociales, el protagonista es el usuario. La participación del mismo se traduce en la adquisición de una oferta especial que ha sido compartida. El denominado “tráfico incentivado” se puede desarrollar a través de diferentes canales: mediante el botón “Me gusta” en Facebook, compartiendo a través de Twitter, y generando un número de comentarios constantes sobre las ofertas en las redes sociales.
Hacer participes a los consumidores genera un mayor tráfico en aquellas plataformas de comercio electrónico que lo aplican. Las ofertas basadas unicamente en un precio muy atractivo funcionan, pero han visto reducida su eficacia al haberse convertido en una constante para todos los negocios.
La información que las empresas pueden recolectar sobre los usuarios en las plataformas y redes sociales es fundamental para la creación deofertas específicas en función del público. Promociones que respondan a las necesidades concretas y sigan la tónica de las últimas tendencias en las plataformas sociales.