La presencia en las redes sociales no es una alternativa, es una obligación, hoy, para quienes buscan adoptar el emprendimiento como eje central de la nueva forma de vida.
Nuevos hábitos de consumo condicionados por la influencia que recaen sobre productos; bienes, servicios y recursos, cuya razón de ser es la satisfacción de necesidades ajenas.
Nuevos consumidores, quienes son capaces de lograr la identificación de necesidades para cuya satisfacción se considera preparado, transformándose en productores de forma simultánea.
Y… nuevos conceptos, nuevas definiciones para los términos de siempre “ventas” “negocios” “calidad del servicio al cliente” “marketing” “publicidad”…
Las redes sociales cuya eclosión se sustenta en la puesta en escena de Facebook y Twitter específicamente, sustentan al emprendimiento como parte inherente al ser humano, son quienes albergan las necesidades, las tendencias, las noticias, los datos, el conocimiento, la interacción, la asociación… es en definitiva, donde se gestan todas las ideas innovadoras.
Ahora bien, si dejamos ligeramente al margen la satisfacción que produce una buena acogida en los medios sociales, lo agradablemente empático que puede llegar a resultar la interacción y lo profundamente motivante que resultan los constantes procesos de aprendizaje a los que nos exponemos con cada acción en las redes sociales y, nos centramos en el negocio como tal… no es de extrañar que las redes sociales sean aún más imprescindibles para los negocios basados en el e-commerce.
Tiendas virtuales que, animadas por el la maduración natural del “Low Cost” originariamente vinculado al turismo y los productos financieros y hoy, tan segmentado e híper experto, que logra la construcción de un nuevo orden social, se lanzan ininterrumpidamente al universo virtual en busca de un aumento en sus cifras de ventas….
Pero… es más frecuente de lo que imaginamos que el proceso para consolidar una tienda virtual no resulte tan sencillo, en ese momento, el polvo de estrellas de Facebook, el Business de Linkedin, la exposición de Google+ y el aumento de influencia de Twitter, parecen no ser suficientes… algo está fallando.
Cuando falla lo de siempre…
También es más frecuente de lo que parece que los posibles errores en los que hayamos incurrido en el proceso de consolidar nuestra tienda virtual, sean muy comunes y se deban en su totalidad a la subestimación de variables que hoy, son más determinantes que nunca para lograr la confianza.
Y… ésta es imprescindible, no en vano es una de las razones que sustentan los movimientos sociales de naturaleza heterogénea y transversal que abogan por un cambio en el sistema imperante donde, la confianza sea quien abre las puertas del liderazgo.
Las tiendas virtuales, los negocios online, aquellas marcas para las que el éxito o el fracaso se mide en cifras post-venta, son obviamente dependientes de la confianza.
El marketing… mucho más que promoción
El marketing hoy se ha transformado en aquello que muestra cuán influyentes somos. Nuestros textos son de mayor calidad cuantos más tweets acumulan, cuantos más +1 tienen y cuantos más “me gusta” muestran.
Las marcas son más influyentes cuanto mayores (y equilibradas) sean sus listas de usuarios. Y esto es igual de válido para las marcas personales y profesionales.
Toda acción de marketing que tenga por objeto llegar a satisfacer más necesidades y que muestre un compromiso real con las políticas que imperan en este nuevo orden por el que transitamos, tiene como fin generar la confianza necesaria para ser considerados un referente.
La gestión eficiente de las listas de usuarios, la publicación de un Newsletter, la adecuada administración de nuestras estrategias de email marketing y el equilibrio conjunto y ubicuo de nuestras acciones en los medios sociales, son esenciales para las tiendas virtuales que dependen del comercio electrónico.
Es un error muy frecuente perder el enorme potencial de éstas acciones bien por un inadecuado análisis de las estadísticas de nuestra tienda virtual, lo que nos impide el uso eficiente de las aplicaciones y herramientas.
Otra razón por la que nuestra tienda virtual puede no contar con la conversión necesaria y por lo tanto no generar el negocio esperado, radica en no prestar atención a los preceptos que rigen el SEO social y por lo tanto el posicionamiento Web.
Es importante recordar que la derivación de tráfico hacia los sitios Web sigue estando liderada por los buscadores, específicamente Google y que ésta clasificación hoy incluye las acciones en las redes sociales.
Por lo tanto, la realización de un eficiente SEO social en acción conjunta con nuestras estrategias de marketing, es imprescindible para lograr que nuestra tienda virtual esté bien posicionada.
Lograr en definitiva la fidelización de los clientes y con ella el acceso constante de nuevos clientes potenciales, es lo que marca la diferencia en las tiendas virtuales y son errores muy frecuentes que derivan en el fracaso de muchas ideas innovadoras.
Y no cabe ninguna duda que el abanderamiento de los clientes, es uno de los retos permanentes del marketing y sin duda, determinante en el éxito de una tienda virtual.