
A lo largo de los años, el volumen del comercio on-line ha ido aumentado de modo significativo, sobre todo empujado por las sucesivas campañas navideñas que han ido marcando el camino para cada año siguiente. En EE.UU. se espera que este año las compras online navideñas lleguen a representar hasta el 36% de todo el comercio electrónico de 2011 y, de acuerdo con una encuesta realizada por la National Retail Federation, el 68% de los entrevistados confían que las ventas crezcan al menos un 15% sobre las cifras del año anterior, en el que las ventas minoristas por Internet en EE.UU ya llegaron a alcanzar los 32,6 millardos de dólares, con un aumento del 12% sobre las cifras récord del 2009, según un informe de comScore.
Pero EE.UU no es el único país donde el comercio electrónico está tirando con fuerza. Boston Consulting Group acaba de hacer público un informe en el que el número de compradores on-line pasen desde los 145 millones actuales a los 329 millones en 2015, y alcanzando un volumen de facturación que represente el 7,4% del total de las ventas minoristas chinas.
En Estados Unidos, la señal de partida de la época navideña se produce con el viernes después del Día de Acción de Gracias, conocido como “Black Friday”, combinado con el “Cyber Monday”. Una buena campaña puede representar una importante facturación y la salvación del negocio de todo el año. Por ello, las empresas realizan cada vez más importantes inversiones destinadas a atraer a compradores online, con importantes inversiones en campañas sociales, promociones especiales, envíos gratuitos y descuentos.
Sin embargo, ese esfuerzo promocional no va acompañado en muchos casos con la adecuación de los sistemas que están detrás de las páginas web, preparándolas adecuadamente para atender al gran número de clientes que los equipos de marketing hayan conseguido atraer a nuestros portales. No dedicar atención al funcionamiento apropiado de la web significa que nuestra tienda puede no estar preparada para atender debidamente el crecimiento del tráfico, con las consecuencias importantes de pérdida de negocio, no solo presente sino también futuro. Un ejemplo de estos problemas de adecuación de la red al negocio lo podemos ver, con noticias que suelen repetirse con demasiada frecuencia, en el bloqueo y caída de los servidores de venta de entradas de algún concierto muy especial, como el de Bruce Springsteen en Barcelona el año que viene. O el colapso en los comercios online chilenos hace tan solo unos pocos días
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