Por Redacción - 2 Enero 2023
La experiencia puede resultar bastante frustrante. Entras en Amazon, tecleas el nombre de la escritora cuyos libros quieres comprar y das a enter. En la lista que se despliega ante ti está la obra de la escritora, sí, pero también unos cuantos libros que nada tienen que ver. ¿Por qué? La clave está en lo que pone en algún lateral de esa entrada: son links patrocinados.
Encontrarse productos patrocinados cuando se va a comprar —en Amazon, pero en muchas otras tiendas online más— es cada vez más habitual. Son libros, maquillaje, marcas de cereales y de chocolate, detergentes… La lista es inmensa, tan amplia como los intereses de los consumidores y la capacidad de patrocinio de marcas y empresas.
Pero lo cierto es que las cosas todavía tienen mucho camino por recorrer y la publicidad se puede convertir en mucho más ubicua y mucho más invasiva. Los anuncios nos perseguirán mucho más cuando compremos online e incluso, como apuntan en The Washington Post, cuando compremos offline. Su análisis, que parte de lo que ocurre en el mercado estadounidense (esa gran avanzadilla de las tendencias en publicidad y marketing), apunta ya que Amazon, Walmart o Target se han convertido en los nuevos Google o Facebook.
Todas usan publicidad personalizada para vender mucho más, pero también para hacer caja directamente con ella.
Están, recuerdan, vendiendo tu atención, tanto cuando te mandan una campaña de email marketing como cuando navegas buscando un producto. La publicidad está en todas partes y 2022 ha sido el año en el que los anuncios han entrado en muchos más espacios de compras.
Las búsquedas de Amazon están dominadas por mensajes de pago, anuncios de compañías que posicionan sus productos y promocionan sus marcas. Amazon, recuerda el Post, asegura que las promociones están personalizadas y ayudan a los consumidores a encontrar lo que buscan. Pero, por supuesto, con cada link patrocinado, el gigante ingresa dinero por publicidad.
La publicidad en Amazon es ya un potente actor de la industria. Como señala el Post, desde la industria publicitaria se cree que este año que acaba de cerrar ha sido clave para ellos porque están llevándose más parte de la tarta publicitaria, están logrando que más empresas confíen en sus propuestas publicitarias y, sobre todo, porque más compañías los están copiando.
El modelo Amazon se está lanzando a la conquista de las compras on y offline, una mina de oro para los vendedores, pero un campo de minas para los compradores, a los que los anuncios persiguen en todas partes. En Estados Unidos, hipermercados, compañías que te llevan las compras a casa como Instacart, cadenas de droguerías o un amplio abanico más de retailers se han lanzado a posicionar sus propias ofertas publicitarias.
Se han convertido en la gran competencia emergente de Google y Facebook, con el añadido de que ellos sí saben de verdad qué compras. Es decir, sus capacidades de personalización son bastante efectiva. A eso se suma que la conversión final que venden es, justamente, la compra del producto, por lo que añaden algo que las marcas necesitan y quieren como gran reclamo.
