Por Redacción - 25 Agosto 2014
Los datos de uno de los últimos informes de Gannett y Digital and Key Ring, revelan cómo estos dispositivos facilitan las labores de búsqueda de información y comparación de productos, para favorecer la toma de decisiones en las tiendas físicas.
Lejos de suponer una amenaza, los terminales inteligentes pueden favorecer la visita de los clientes a las tiendas físicas, y mejorar su experiencia de compra.
Según su informe, Local Mobile Advantage of Retailing, los dispositivos móviles están presentes desde el preciso instante en el que surge la necesidad, hasta la fase posterior a la compra; sin olvidar el propio momento en el que se produce la transacción.
Así, este dispositivo desempeña un importante papel a la hora de hacer la lista de la compra; un recurso utilizado por el 89% de los encuestados. Para este cometido, apenas el 6% de los consumidores recurre a su tablet, mientras que el porcentaje de quienes utilizan su ordenador es todavía más reducido (4,7%).
Para el 90% de los encuestados, el smartphone es el dispositivo más cómodo y fácil de usar durante el proceso de compra en la propia tienda. Una de las principales actividades que estos clientes realizan en ese momento es el de buscar cupones (35,9) o cualquier otro tipo de ventajas económicas (10,32%) o comparar precios (9,22%); mientras que apenas el 12% opta por comprar online; practicando el showrooming.
Tal como podemos apreciar, los teléfonos inteligentes constituyen un elemento indispensable para los consumidores, que desempeña un importante papel durante todo el proceso de compra.
El reto por parte de los retailers es el de conseguir impactar a su público objetivo a través de todos los puntos de contacto, ofreciendo una propuesta orientada a sus necesidades en cada momento.