Por Redacción - 28 Enero 2015
China no consigue dejar atrás el fantasma de las falsificaciones en lo que a los productos que distribuye se refiere. A pesar de que el mercado del comercio electrónico en este país es notable y crece a gran velocidad, sus responsables no han podido despegarse de esta lacra, como demuestra un reciente estudio publicado por la propia administración china y dado a conocer por Techinasia.com
En concreto, casi el 40% de los productos que se distribuyen a través de comercio electrónico procedente de China son falsos. Así se desprende de un informe elaborado por el Ministerio de Comercio (MOC) de este país que recoge los datos relacionados con los balances del segundo semestre de 2014.
En esta línea, es importante tener en cuenta las particularidades del análisis y no extender sus resultados a nivel representativo del ecommerce de esta gran potencia. Ello se debe a que el estudio contiene los resultados de una inspección a solo 92 productos, durante los seis últimos meses de 2012. Entre ellos, las autoridades chinas encontraron que únicamente 54 de ellos eran auténticos.
Algo más interesante es la calidad de la muestra estudiada, pues se trata de productos procedentes de una amplia variedad de plataformas de comercio electrónico, entre las que destacan Alibaba, Taobao, Tmeal y Alibaba riva JD. De la misma forma, entre los productos seleccionados también se encontraba una muestra de comercios electrónicos más pequeños.
Distribución ilícita
Con respecto a los problemas que presentaban estos productos, los inspectores encargados del análisis sostuvieron que los que más imperfecciones contenían eran los productos relacionados con las categorías de teléfonos móviles y kits de maquillaje. Asimismo, también señalaron que a gran parte de ellos les faltaban los permisos correspondientes, por lo que un gran número de ellos resultaron ser falsificaciones.
En paralelo a estas falsificaciones, las autoridades chinas también han destacado que varios de estos comercios realizaban sus operaciones de manera ilícita, ya que los productos falsos procedían de establecimientos de identidad dudosa y estaban siendo ofrecidos a terceros vendedores y distribuidores.
Para evitar todos estos problemas y escollos, no obstante, desde el gobierno de este país se ha subrayado la necesidad que tienen los compradores de protegerse a sí mismos, al asegurar sus compras comprobando la legalidad de los sitios web que visitan y en los que realizan sus adquisiciones, así como denunciando que una marca oficial está siendo operada por una tercera tienda online sin tener los permisos necesarios.