Cuando las marcas aún están en muchos casos prácticamente adaptándose al ecommerce, lo cierto es que ya han tenido que empezar a pensar en otra cosa. Los consumidores están diversificando o migrando cómo se comportan en lo que a compras online se refiere casi tan rápido como se lanzaron a empezar a comprar directamente online.
El boom de los dispositivos móviles ha hecho que los internautas hayan dejado de emplear sus ordenadores - y por tanto el escritorio - como único punto de entrada a la información y al consumo. Sus smartphones y sus tablets se han erigido como el espacio al que echan mano cuando quieren ver una película, leer esa noticia que les interesa en un medio de comunicación, publicar una actualización de estado en su red social de cabecera y, por supuesto, buscar el producto que quieren comprar o sobre el que están buscando datos. El m-commerce se ha convertido en una realidad cada vez más habitual y ante la que los consumidores se sienten más cómodos.
El m-commerce avanza además muy rápido. Según el último Zanox Mobile Performance Barometer, de hecho, en Europa creció un 105% solo en 2014 y se produjeron 1,2 millones de transacciones (un 82% más que en el año precedente). Las tabletas son ya quienes se llevan el gato al agua en este mercado y están consiguiendo separar sus posiciones de las de los smartphones, que según cifras de Statista se acabarán quedando solo con el 30% de este mercado.
Pero ¿qué es lo que hay que tener en cuenta cuando se intenta seducir a estos compradores? ¿Cuáles son los detalles que no se pueden dejar pasar cuando se traza una estrategia m-commerce sobre como compran los internautas móviles? En eConsultancy han hecho un retrato robot de estos consumidores y estos son los puntos que no se pueden perder nunca de vista.
No desdeñes el poder de convocatoria de una app
Cuando se piensa en el m-commerce, muchos son los elementos que se abren al debate y ante los que las marcas tienen que tomar decisiones. Uno de ellos es el de establecer si la marca se queda únicamente con la versión móvil de su web de ecommerce o si además crea una aplicación móvil que ofrezca un acceso directo a los productos y a los servicios sin pasar por la web.
Puede parecer que una vez que se tiene un acceso móvil, la app ya no tiene sentido pero, como demuestran en su análisis, la app tiene mucho más valor que simplemente ser una pasarela de compra.
La aplicación tiene un retorno en lo subjetivo. Tener el icono de la marca entre los iconos de las apps sirve para recordar en todo momento al consumidor que la marca está ahí. Además, la app permite hacer cosas que una web no siempre permite. La aplicación puede funcionar como un servicio de fidelidad (una evolución de la tarjeta para clientes) o enviar notificaciones push a los consumidores cuando sea necesario.
Igualmente, los estudios han demostrado que los consumidores que emplean la app de la marca son generalmente usuarios mucho más regulares y leales.
No olvides las cuestiones circunstanciales
¿Cuándo usamos más nuestros dispositivos móviles? ¿Cuándo sacamos más el tablet para hacer cosas? Uno de los principales momentos en los que los usuarios se entretienen con sus dispositivos móviles es cuando necesitan ser entretenidos. Momentos de calma y en los que no hay mucho que hacer son algunos de los períodos favoritos en los que los usuarios se entregan a sus terminales. Y, así, los domingos son días en los que los dispositivos móviles están más que concurridos.
Según los datos de un estudio de Poq Studio App, los domingos son los días en los que se registra más tráfico en las aplicaciones móviles de las tiendas. Las firmas de retail tienen en los domingos el día grande en el que todos los consumidores deciden hacer una visita. Pero esa avalancha de consumidores no son necesariamente compradores. Esas visitas sirven para añadir cosas a la lista de deseos o para hacer simplemente webrooming (que puede que se convierta en algún momento en una venta).
Otro elemento muy importante a tener en cuenta, más allá del día, es la hora. Los consumidores no emplean sus dispositivos del mismo modo en todas las horas. Durante su jornada laboral, los consumidores son animales de escritorio, que pueden procrastinar viendo webs de ecommerce, pero que lo harán desde el ordenador en el que están trabajando. ¿Cuándo entonces sacan el móvil para mirar contenidos?
La respuesta es obvia. Los dispositivos móviles reciben un pico de visitas durante la hora de comer, cuando los trabajadores hacen una pausa en su trabajo y emplean sus terminales para ver lo que desean, y también cuando salen del trabajo. La mayor parte de las conversiones en e-commerce se realizan entre las 8 y las 10 de noche (las cifras son de un estudio británico así que no es descabellado pensar que en España serán un poco más tarde).
Android vs iOS
Y otro elemento a tener en cuenta a la hora de adivinar cómo se comportarán y cómo comprarán los consumidores en m-commerce es el dispositivo desde el que compran. Fijarse en el sistema operativo del mismo nos dirá muchas cosas sobre ellos, porque no son iguales los compradores de iOS que los de Android. Las variaciones entre unos y otros van de lo anecdótico, como que los de iOS compran más en viernes y los de Android más en sábado, como a lo más específico, como quienes suelen gastar más dinero de media.
En general, los usuarios de iOS suelen ser más espléndidos a la hora de gastar que los de Android. Según un estudio de Applovin, que se basaba en el consumo de apps y en los clics publicitarios, quienes accedían desde un dispositivo iOS gastaban ligeramente más que quienes lo hacían desde Android.