Por Redacción - 23 Enero 2019
La popularización de los smartphones y el hecho de que cada vez el internet móvil ofrezca velocidades de conexión más y más rápidas han tenido un efecto directo sobre lo que los consumidores hacen y sobre cómo gastan su tiempo. De entrada, ya no dejamos ningún momento sin conexión. Estamos siempre conectados y usamos nuestros móviles para todo. Ya no hay momentos muertos, porque el móvil los cubre e internet nos da esos contenidos de entretenimiento que llenan esos momentos.
Esto ha abierto la puerta a nuevos contenidos y ha apuntalado el éxito de nuevos formatos (por ejemplo, los longforms deben mucho al éxito de los móviles) pero también ha tenido un impacto directo sobre cómo consumimos. Ahora, en no pocas ocasiones, ir de compras se ha convertido en una especie de proceso colectivo. Nos conectamos con nuestros amigos y con aquellas personas en cuya opinión confiamos a través de aplicaciones de mensajería y les pedimos opiniones y consejos mientras compramos.
Al mismo tiempo, usamos la red para acceder a información en tiempo real sobre los productos que queremos comprar. Por ejemplo, muchos consumidores comprueban en el punto de venta información sobre un producto o comparan precios antes de lanzarse a la compra del mismo.
Al mismo tiempo, el móvil se ha convertido en la nueva herramienta de compra. El m-commerce es cada vez más habitual, pero también han aumentado los momentos y las oportunidades de compra. Los consumidores están comprando online desde sus móviles en cualquier momento: los momentos muertos ahora se han convertido en simplemente ventanas para compras y que son aprovechados para hacerse con nuevos productos desde la app adecuada o el navegador del smartphone.
Y, por ello, los viajes en transporte público se han convertido ya en momentos de consumo. Mientras se va en el metro o en el autobús de camino al trabajo se aprovecha el tiempo muerto para ir de compras.
Es lo que ya se empieza a llamar commuter commerce. Londres está siendo la ciudad que más se emplea para investigar cuánto se compra mientras se va de camino al trabajo y sus datos ya dejan claro que el ecommerce tiene en esos momentos una auténtica mina de oro. Solo en Reino Unido, los consumidores que compran online en los trayectos al trabajo mueven al año casi 23.000 millones de libras esterlinas, con un gasto medio semanal de 89 libras esterlinas. En el caso de Londres de forma específica, la compra que se hace a la semana desde el móvil en el camino al trabajo es más elevada. La media es de 120 libras por cabeza.
Estas cifras no solo suponen datos muy importante sobre nuevos hábitos de consumo, sino también tienen un impacto muy elevado en la media del ecommerce de forma más generalizada. Según las conclusiones del estudio, elaborado por Kinetic, Exterion Media y el Centre for Business and Economics Research, las compras que se hacen desde el móvil durante esos trayectos son el 14% de todas las compras que se hacen online.
Los consumidores compran además ya prácticamente cualquier cosa desde el móvil en esos trayectos. La lista de la compra que detectaron los investigadores va desde ropa a seguros.
El 43% de los encuestados en el estudio apunta, de hecho, que compran al menos cuatro veces desde el móvil durante esos trayectos. El 76% de los viajeros ha comprado ropa al menos una vez en el año anterior, el 71% productos de belleza y salud, el 69% actividades y el 65% ha hecho la compra del supermercado. De forma general, un 70% reconoce que se dejó influenciar por algún mensaje publicitario que vio durante el trayecto.
"Nuestra investigación muestra en que la era actual de consumidores con poco tiempo, el viaje al trabajo de cada día se está convirtiendo en una valiosa oportunidad para hacer compras", apunta uno de los responsables del estudio.
Es decir, el ecommerce durante el transporte diario está muy vinculado a los tiempos que corren. Cada vez tenemos menos tiempo y esos minutos - y hasta horas - diarias destinados a ir simplemente de un lugar a otro es una buena ventana para ir de compras, aunque sea desde la pantalla del smartphone.