Por Redacción - 17 Septiembre 2020
Una vez que el ecommerce se convirtió en una parte habitual de la vida de los consumidores y de sus hábitos, los analistas empezaron a predecir cuál sería su próxima evolución y cómo se integraría todavía más en la vida de los usuarios. Era la época en la que las redes sociales intentaban posicionarse en el universo de las ventas online y que el s-commerce parecía una opción prometedora.
Sin embargo, el formato nunca llegó a cuajar, frente a lo que ocurrió con el m-commerce. El uso creciente de los dispositivos electrónicos hacía que su presencia en el bolsillo de los consumidores fuese mucho más habitual y que estos lo empleasen para cada vez más cosas. El salto al comercio electrónico resultaba bastante lógico.
Era cómodo, estaba siempre encendido y operativo y permitía cubrir tiempos muertos. De hecho, los tiempos muertos fueron una de las cuestiones que mejor funcionaron para introducir el uso cotidiano del m-commerce. Muchos consumidores aprovechaban el camino al trabajo para navegar desde sus móviles y acabar haciendo compras. En Reino Unido llegaron a ponerle un nombre: era el commuter commerce.
El uso de los dispositivos móviles para hacer compras iba en aumento, pero ¿qué ha ocurrido en 2020, el año en el que los consumidores se encontraron con un parón global por culpa del coronavirus y en el que han pasado más tiempo que nunca en sus casas? ¿Ha llevado esto a que volvamos al comercio electrónico desde nuestros ordenadores?
Nada más lejos de la realidad. Como acaba de demostrar un estudio, The State of Shopping App Marketing, elaborado por AppsFlyer, en realidad este año compramos mucho más y lo hicimos más desde nuestro dispositivo móvil. Como señalan las conclusiones del estudio, se ha llegado a un pico de compras desde apps en Europa.
Las instalaciones de apps de ecommerce subieron durante los meses de crisis en un 35%, una cifra elevada y que supera además lo que estaba ocurriendo en tiempos de pico de compras (durante el último trimestre de 2019, que coincide con la muy pesada en compras campaña de Navidad, la subida fue del 12%).
No solo creció la instalación de apps, sino también el uso de estas. De media en Europa fue un 7% de crecimiento en mayo, frente por ejemplo al 6,7% de subida en noviembre (mes con picos de consumo por los regalos navideños y por las campañas de descuentos del Black Friday).
Los responsables del estudio tienen claro, además, que estos datos funcionan como una alerta clara de lo que ocurrirá en los meses próximos y en esta campaña navideña. Esperan que se produzca un récord de compras online y las apps tendrán mucho que decir en ello.
Los datos de este estudio no son los únicos que ayudan a perfilar cómo compramos más desde dispositivos móviles y cómo se han convertido en piezas clave de nuestra relación con las marcas.
Un estudio de Showroomprive sobre el mercado español señalaba hace unas semanas que hacer compras era ya una de de las cinco actividades principales que realizaban los internautas desde el móvil. Las apps de moda son descargadas para poder comparar precios, encontrar inspiración en looks y comprar ropa, en ese orden.
