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Lo que las librerías independientes enseñan sobre cómo posicionarse frente a los gigantes del ecommerce

Se han convertido en algo emocional y se aliado entre ellas para ser más fuertes

Por Redacción - 10 Noviembre 2020

Uno de los elementos de la polémica en los últimos días en Francia, desde que se anunció que el país entraría en confinamiento y que el comercio se reduciría a los bienes esenciales, fue lo que esto suponía para los pequeños comerciantes frente a los gigantes del ecommerce. Los libros eran uno de los caballos de batalla.

En medio de esa lucha se anunciaron medidas, como la de impedir a las cadenas de hipermercados vender productos que no fuesen esenciales. Esto les impedía, por ejemplo, distribuir vasos o platos pero también libros. Amazon, en un movimiento reputacional, ha aceptado cancelar su campaña de pre Black Friday, con ofertas que iban a coincidir con los momentos de encierro.

Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, había llegado a pedir a los parisinos a principios de semana que no comprasen en el gigante del ecommerce. "Amazon es la muerte de nuestras librerías y de nuestra vida de barrio", ha denunciado. Las librerías parisinas estaban pidiendo al gobierno galo que las considerasen negocios de bienes esenciales. No lo lograron. Los responsables del influyente premio Goncourt, que mueve muchas ventas de libros al año, han anunciado, sin embargo, que retrasan su anuncio, para no perjudicar a las pequeñas librerías y sus ventas.

La historia de las librerías francesas y todas las polémicas que han ido yendo y viniendo en un país donde lo libresco se aprecia mucho podría servir como toque de atención sobre la difícil situación que las librerías independientes están viviendo durante la pandemia del coronavirus en Francia, en España y a nivel global.

La situación es difícil. Algunas librerías ya han anunciado que han cerrado y, cuando se haga balance de las ventas de libros de este año, las cifras dirán cómo ha pasado este año raro. Muchas novedades llegaron a un mercado sin realmente la infraestructura que les ayudaba a tener eco.

Pero lo cierto es que, a pesar de todo esto, las librerías independientes también se están convirtiendo en un ejemplo de cómo se puede plantar cara a Amazon y a los gigantes del mercado ecommerce. Y no solo porque en países como Bélgica se las haya considerado bienes esenciales y se las haya permitido mantenerse abiertas.

Unidas para ser más fuertes

De entrada, las librerías han demostrado que los pequeños players de las industrias pueden ser muy fuertes si se ponen de acuerdo y trabajan juntos. Esto es, por muy pequeñas que sean las librerías, si suman todas sus esfuerzos y se posicionan como una industria unida, son muy grandes. En Francia, se ha producido un movimiento de solidaridad y trabajo conjunto de la industria del libro.

El aplazamiento del premio Goncourt es el ejemplo perfecto: han retrasado su anuncio porque no quieren que las librerías salgan perjudicadas. Las diferentes piezas del mercado cultural piensan en cómo lo que hacen afecta a lo que les pasa a las otras.

Otro gran ejemplo de este trabajo coordinado y de cómo trabajar en conjunto en algunas áreas puede reforzar posiciones se ve también en los esfuerzos que están haciendo para posicionarse en el mercado de la venta online.

Muchas librerías independientes tienen librerías online propias y su propia estrategia de ecommerce, cierto, pero ahora en varios mercados las librerías independientes se han posicionado de forma conjunta, creando tiendas online que las unen y lo que les permite crear una imagen de marca mucho más fuerte.

Es lo que ha pasado en España con Todostuslibros, que hasta ahora funcionaba como guía para encontrar libros en librerías y que ahora directamente los vende online. Es también lo que hace Bookshop.org, que apareció en Estados Unidos a principios de año y que ha llegado a Reino Unido ahora. La librería online agrupa a las librerías independientes.

En Estados Unidos, pasaron de vender 50.000 dólares en libros en un mes en febrero a vender 1,5 millones de dólares en libros en un día en junio. Como explica a The Guardian su fundador ha tenido éxito porque los consumidores quieren comprar y apoyar a su librería local.

Una conexión emocional

Y ese es el siguiente punto clave está en cómo las librerías han creado su imagen de marca y cómo han conectado con el consumidor. El vínculo que el consumidor tiene con la librería es profundamente emocional. No es solo una tienda que vende cosas, sino que en no pocos casos es "mi" librería.

Esto se ha conseguido no solo porque los libros son un producto que muchos consumidores ven de un modo especial, sino también por la atención al cliente que se suele ofrecer en las librerías independientes. La experiencia es única, es especial y es altamente memorable. Las libreras son personal experto y las recomendaciones que nos hacen son ajustadas. Llevan décadas haciendo lo que los estudios y análisis no paran de recomendar en los últimos años para mejorar la experiencia de usuario.

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