Por Redacción - 2 Noviembre 2022
Durante los últimos años, el comercio tradicional ha vivido una auténtica revolución. Hay quienes se vieron obligados a meterse de lleno en el entorno online. Algunos decidieron poner al día sus páginas web o incluso crearlas si no las tenían, otros decidieron meterse de lleno en el marketplace y otros pusieron en marcha ambas opciones con la intención de expandir su negocio.
Las cifras respaldan esta situación. Según un informe de Statista, entre octubre y diciembre de 2021, el comercio electrónico en España alcanzó un volumen de negocio de casi 17.000 millones de euros, lo que supuso un incremento considerable de más de 2.200 millones con respecto a la facturación registrada durante el trimestre inmediatamente anterior.
Ahora es la inflación la que está jugando una mala pasada a los comercios que se adentran en el entorno online para sortear esta dificultad añadida. Y es que los consumidores, y por ende las empresas, buscan el producto lo más barato posible e Internet es clave para conseguirlo.
En esta situación, los comercios que se resistían a entrar en el negocio online han tenido que cambiar de idea para, al menos, evitar más intermediarios de la cuenta y así mantener sus beneficios o no perder clientes.
Una de las opciones que han escogido estas pequeñas y medianas empresas es hacer uso de los marketplace, que actúan como un centro comercial en el que mostrar sus productos a nivel global, invirtiendo en este escaparate que les da la oportunidad de ampliar su clientela potencial. Alberto López Martín, VP Sales for Platforms, Marketplaces and Financial Services en Adyen para España y Portugal, considera que, para el pequeño negocio, los marketplace son “el escaparate perfecto para poder evolucionar su negocio y aumentar su volumen de ventas sin arriesgar capital y recursos propios, a cambio de una parte del margen que comparte con el marketplace”.
Todo el mundo conoce el marketplace por excelencia, Amazon, pero existen otros como Etsy o PCComponentes más especializados, que operan en sectores concretos como el de la artesanía y el de la tecnología, respectivamente. Dichos marketplace cuentan con una característica común: que tienen una plataforma de pagos que les ayuda en la gestión de los pagos y las devoluciones y en la relación con los compradores y vendedores, todo ello en un entorno seguro y siguiendo la normativa vigente en los países en los que operen.
En el caso de Adyen, compradores y vendedores salen beneficiados en las transacciones a través del marketplace. Gracias a la tecnología financiera y a la licencia bancaria, el marketplace ofrece a los compradores poder pagar en más de 100 monedas locales, usando sus métodos de pago habituales (wallets, tarjetas, buy no pay later). En el caso de los vendedores, podrán recibir el dinero de esas transacciones en su moneda local, ya que Adyen liquida en más de 20 monedas, en su cuenta bancaria habitual. Y todo esto, con la seguridad y protección máxima gracias al motor de Riesgo de Adyen, que combina información de vendedor, comprador y transacción para proteger a todos los actores, incluido el marketplace.
Al decantarse por este tipo de soluciones, el pequeño comercio puede afrontar situaciones para las que los bancos tradicionales no siempre están preparados. El beneficio es claro, acceder a un soporte más eficiente al no tener que contar con muchas conexiones a distintas pasarelas de pago, diferenciándose así de los competidores, y disfrutar de un entorno seguro para realizar las transacciones.
La seguridad en los pagos es una de las principales preocupaciones de los usuarios y uno de los grandes ‘stoppers’ para muchos vendedores. En este sentido, explica López Martín, Adyen ha desarrollado una solución de gestión del riesgo que es puntera en el mercado, totalmente in-house, y que “permite a los compradores y vendedores realizar sus gestiones de pago de una manera segura”. La compañía cuenta con una herramienta gratuita con más de 30 reglas y gestión de listas blancas y negras, equipada con “un motor de autenticación pionero en la última normativa PSD2, alineado con la última versión de 3DS2”. Adyen también tiene soluciones premium con las que los usuarios pueden realizar perfiles de riesgo, identificar a usuarios potencialmente fraudulentos gracias a patrones de comportamiento de pagos y que pueden gestionarse por parte del comercio.
“En el mundo de los marketplaces, además de proteger a los vendedores del marketplace de compradores fraudulentos, protegemos a nuestros marketplaces de potenciales fraudes que pueden provocar los vendedores y compradores, con nuestra herramienta Score, que analiza el comportamiento en las transacciones que implican a comprador y vendedor en busca de patrones de fraude”, añade López Martín.
Ante un mercado tan desafiante como el actual, es decisivo recordar, apunta, que los marketplace “son la herramienta más rápida para que los pequeños vendedores amplíen su horizonte de compradores, tanto geográficamente como en volumen de pedidos”. Analizando la situación, López Martín prevé un auge en el número de marketplaces generalistas y opina que la gestión en lo que respecta a experiencias de compra, remesas, pedidos, etc, será la clave que determine quién hace el mejor uso de ellos.
Mientras que no hay dudas sobre su importancia en el futuro, lo que no está tan claro es los desafíos a los que tendrán que hacer frente. Retos como el del pago en criptomonedas parecen aún lejanos, pero no por ello son menos relevantes. Por eso, contar con un proveedor de pagos es más necesario ahora que nunca para asegurar que, sea cual sea la situación y demandas del mercado, los pequeños vendedores puedan hacerles frente con la misma velocidad y seguridad que los grandes.