Por Redacción - 6 Abril 2011
Con el dominio actual de los medios de comunicación social, sólo era cuestión de tiempo ver a las marcas, los minoristas y las empresas intentar hacer dinero en ellas, adoptando para ello sus funciones a las herramientas. Proporcionar el eslabón perdido entre el gran acceso, las ofertas y la conveniencia del comercio electrónico con la experiencias inherentemente social de las compras de la vida real, fue una revolución social predicha por muchos expertos de todo el mundo. Así lo pone de relieve Caroline Parry, acting editor deUTalkMarketing en uno de sus artículos como avance de la próxima "Expo Marketing Innovación" que se celebrará en Londrés el próximo día 7 de Abril.
Allan Blair, director de DDB España cree que el comercio social alcanzará la madurez en línea al por menor. Explica que “durante años, los minoristas en línea se han centrado en permitir a los consumidores un acceso fácil a encontrar productos difíciles, vuelos baratos o artículos producidos en masa. Sin embargo, el mercado está saturado de tiendas idénticas ofreciendo los mismos productos por el mismo precio. Las pequeñas marcas se han ido dado cuenta que necesitan diferenciarse para atraer a los consumidores a su oferta”.
El comercio social es un mercado incipiente con sólo un puñado de empresas y marcas empujando hacia delante. Los que lo hacen bien, comprenden que el comercio social les llevará de las compras en línea a una nueva etapa, aperturas de nuevas fuentes de ingresos, especialmente el m-commerce.
En tanto, habrá muchos fracasos como éxitos en los primeros pasos del comercio social, en donde se espera que Facebook juegue un papel muy importante y más cuando su base de miembros sigue creciendo. De hecho, las tiendas de Facebook, también conocidas como f-commerce, se inclinan como una tendencia en sí mismas.
Steve Jarrett, Director de la Agencia MePlease explica que “Facebook es claramente al que hay que ver aquí. La medida en que sabe quién eres y quiénes son tus amigos mejora dramáticamente la relevancia de las recomendaciones en el tiempo”.
Con esto en mente es fundamental que las marcas entiendan la diferencia entre la creación de algo que es verdaderamente social, y por tanto compartible, con sólo empujar el comercio electrónico a través de los canales sociales.
Tim Pritchard, Director de Manning Gottlieb OMD señala que “con todo el ruido actual en torno al comercio social, muchas empresas están saltando en pleno sin comprender lo que son las compras sociales, o el verdadero comercio social”. “Es importante distinguir la diferencia entre vender productos a través de una tienda que está en Facebook y la venta de productos a través del taller de Facebook, que permite a sus usuarios buscar comentarios, opiniones e incluso la aprobación de sus amigos antes de la compra”.
Para muchos expertos de la industria, incluyendo a Blair, el minorista online Asos es quizá, la marca más establecida y de éxito tanto en comercio social como en uso de Facebook. “Su estrategia de CRM alienta a los clientes a comprar sus artículos, compartir lo que han comprado, compartir fotos de todos los que lo llevan”. “Ha sido prudente en no limitarse a la página web”.
“Lo más interesante es que ha abierto una tienda en Facebook que permite a los clientes buscar, comprar y compartir sin siquiera tener que salir de la red social”.
Rufus Evison, Director de Starfish 360, comentó que es prematuro hablar de tendencias en este espacio en desarrollo, sin embargo, admite que permite a las personas acceder a internet en tanto que las tiendas han tocado una fibra sensible de los consumidores.
Lo explica así: “Si usted está hablando de la gente poniendo códigos QR en sus ingresos que le llevará a una página de revisión o algo que le permite pedir a sus amigos, a través de Facebook o Twitter, acerca de un producto antes de hacer la compra, es muy probable que se termine transformando en una tendencia ya que está firmemente establecida en el comportamiento de los clientes”.
Tomar la idea de compartir con los amigos y la familia es ir un paso más allá del carrito de compra social, lo que personaliza la experiencia desde el primer paso. En lugar de recibir la misma página de inicio genérico como todos los demás, cada usuario tendría una en función de las compras, de los “me gusta” y en recomendaciones de amigos. “Como consumidores, nos gusta sentirnos con el control sobre esos productos y servicios que compramos”, explicó Nick Ellsom, Jefe de PHD.
Del mismo modo, las recomendaciones personalizadas que ofrecen ideas basadas en sus interacciones sociales, al que los minoristas podrían acceder ofreciendo a los usuarios Facebook Connect u otro similar, permiten que un sitio se conecte a redes sociales. “Facebook Connect es la tendencia clave”, dice John Barton, Director de Steak Media. “Levi"s fue uno de los primeros en tomar ventaja de esto, permitiendo a los consumidores buscar productos según su popularidad”.
De todos modos, el ingreso social como Facebook Connect se espera que cause controversia cuando permita que las marcas se acerquen demasiado a la comodidad. La línea es muy fina entre las recomendaciones útiles, las personales y la invasión de la intimidad y este es el gran reto a superar en el comercio social.
Para Steve Jarrett, (MePlease) la clave es el respeto hacia los consumidores, teniendo en cuenta que están aportando un montón de información confidencial. “Con el movimiento social, el móvil y sus espacios, los consumidores deben mantener el control de todo y esto es lo que creará defensores de las marcas”.
Recompensar a los consumidores por las interacciones sociales es una de las grandes alternativas para retenerles. Así lo hace Boden, quien entre otras cosas ofrece almuerzos con el CEO de la compañía, regalos y premios diversos como ser recetas, basados más bien en experiencias. Esto lo hace con la plataforma BeAddictive, alcanzando una gran reputación de marca pues permite a sus usuarios obtener puntos que podrán cambiar por productos o servicios.