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Me hubiese gustado titular esta entrada como: “El SEO ha muerto”. Pero si lo hubiese hecho tendría dos problemas. El primero, la feroz competencia en Google por esos términos. Y el segundo, que estaría yendo en contra de mis principios y creencias.
No creo que el SEO se haya muerto. De hecho, creo que está más vivo que nunca. Lo que pasa es que el SEO tal y como lo conocíamos hace dos años, prácticamente no existe. O mejor dicho, ha incorporado otros factores que hacen que los tradicionales hayan perdido un poco de peso.
Esto no significa que no funcionen. Los factores técnicos de SEO siguen siendo perfectamente válidos. Tanto los elementos on page (URL, título, código, etc.) como los off page (dominio, redireccionamientos, hosting, etc.), Google los sigue considerando como fundamentales.
Al contrario de lo que cree la gente, los fundamentos principales del posicionamiento en buscadores no son secretos. De hecho, Google publica periódicamente una guía de muy fácil entendimiento para saber la manera óptima de posicionar tu web.
Otra cosa, son aquellos elementos que entran dentro del algoritmo individual de cada buscador que si son secretos. Y está bien que lo sean para que no se abuse de ellos.
Hace dos semanas, nos enterábamos que Google había incorporado 50 nuevas claves a su algoritmo, haciendo foco principalmente en la frescura del contenido, en su originalidad y el factor “social” del contenido.
Y aquí es donde entran las redes sociales. No es que las redes sociales en si mismas favorezcan el posicionamiento de tu web. Sino que es el valor del contenido que publiques en la misma; y cómo se comparta este a través de las redes sociales, el que favorece el posicionamiento en buscadores de tu tienda online, blog o web. Es por eso que estamos viendo sitios con factores técnicos de SEO deficitarios posicionarse muy bien en palabras clave estratégicas.
¿Y todo esto como nos deja? Mejor que nunca. Ya no importará tanto lo que sepas de técnicas de SEO. De hecho, se dice que penalizará los “excesos” de tecnicismos. Ahora tendrás que preocuparte por lo que nunca debiste dejar de lado: de enamorar a tu público con tu contenido. El tuyo, el propio. Porque también está penalizando muy fuerte las copias.
Si te centras en generar contenido de valor, el resto vendrá como por arte de magia. Tu comunidad lo compartirá desde sus redes sociales, eso hará que llegue a más gente, que a su vez lo volverá a compartir y a guardar, y a generar nuevo contenido a partir del tuyo.
Todo tu esfuerzo se tiene que concentrar en generar tráfico de valor para tu web, tienda online o blog. Ese que te signifique el mayor porcentaje de conversiones que puedas conseguir. Ese es el fundamento principal del Inbound Marketing, del cual mi amigo Oscar del Santo acaba de sacar un excelente libro.
Si haces esto, te podrás apartar de las modas técnicas, y centrarte en armar un plan de contenidos valiosos para tus potenciales clientes. Si te mantienes humano y comentas aportando valor en otros blogs y foros, si actualizas tus redes sociales logrando ampliar tu comunidad y si mides tus acciones, y acondicionas tu estrategia a la demanda natural de tus visitantes, te podrás olvidar de extravagancias como “densidad de palabras clave”, “rel=nofollow” “dublin core meta” y otras frikadas que nos inventamos los que trabajamos en marketing online.
