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Por Redacción - 4 Enero 2016
El posicionamiento web es una de las llaves que las marcas tienen para llegar a los consumidores y uno de los que más ha funcionado en los últimos años, tanto que no hay marca que se precie que no cuente con una estrategia SEO o que no haya hecho sus pinitos en este terreno. El SEO es crucial en la estrategia de marketing digital y seguirá siéndolo en el futuro próximo.
Y una de las cuestiones clave en SEO es pensar a medio y largo plazo. No vale simplemente con ser capaz de pensar en el aquí y ahora, también hay que hacerlo en el mañana y pasado. Por ello, conocer las tendencias de SEO es tan importante y también lo es tener en cuenta cuáles serán los grandes temas que marcarán el futuro. ¿Cuáles serán las tendencias que se mantendrán durante los próximos años y cuáles los temas que hay que plantearse al establecer una estrategia SEO? Existen unos cuantos temas sobre los que hay que parar y sentarse a reflexionar sobre ellos.
Lo mobile ha llegado para quedarse
Una de las cuestiones claves que han cambiado el SEO durante 2015 han sido los dispositivos móviles. El gran cambio en el algoritmo que Google lanzó durante el pasado mes de abril fue, de hecho, justamente eso: hizo que las webs tuviesen que poner al móvil por delante de todas las cosas. Y lo mismo seguirá sucediendo, como señalaba John Mueller, analista de tendencias web en Google, en un encuentro online. Según sus previsiones, el ser mobile friendly seguirá siendo muy importante en 2016 y seguirá dando mucho que hablar. Lo importante es crear una buena experiencia de usuario y por tanto hay que estar adaptados a estas nuevas pantallas.
No es el único experto que lo ve así y casi todos coinciden en que lo importante es trabajar en el terreno móvil, tanto que hay quienes apuestan porque en el futuro inmediato el SEO centrado en escritorio empezará a ser cada vez más irrelevante.
¿El final de las búsquedas tradicionales?
Algunos analistas apuntan a que el futuro será un futuro en el que no se realizarán búsquedas. En este caso no es porque den por vencedor en la casi recurrente batalla entre los buscadores y las redes sociales a las segundas sino más bien porque consideran que lo que está cambiando son los comportamientos en general de navegación online y los servicios que los propios buscadores ofrecen.
Como explica a eConsultancy un experto, no solo los buscadores móviles ganan a los de escritorio, sino que cada vez se hacen más búsquedas de voz y se confía más en asistentes virtuales, como Siri o Cortana. Eso está cambiando las búsquedas y los servicios que los buscadores ofrecen, ya que ahora están dando respuestas directas.
Y además los buscadores han entrado en otro terreno, como sucede con Google, y están llenando los resultados de búsqueda de información que hace innecesario hacer clic en nada. Si se quiere saber la previsión del tiempo, Google la dirá, lo mismo que si se quiere multiplicar, saber quién es un personaje u obtener respuestas a ciertas preguntas. El SEO para posicionar contenidos que responden a esas necesidades podría ser, por tanto, cuestionable.
Como apuntan otros analistas, el tráfico conseguido gracias a la oferta de información está llamado a desaparecer. Nadie va a entrar en una web porque esta tenga la respuesta a la pregunta de en qué año se descubrió América. Google ya se lo habrá dicho al usuario.
Las apps entran en el juego del SEO
Hasta ahora las apps permanecían fuera de la batalla del SEO o eran algo más bien residual. Las cosas van a cambiar porque la posición de las apps lo ha hecho. No se trata de que los consumidores las usen más sino más bien que los buscadores han aprendido a comprenderlas mejor. Es una de las previsiones SEO de 2016 habituales en los análisis y es una de las que tendrán un impacto a más largo alcance. Los buscadores han empezado a ver dentro de las apps.
Google se ha dado cuenta de que las apps serán uno de los elementos más importantes en cuestiones de tráfico del futuro y ha empezado a analizarlas. El buscador ha entrado a valorar los links que se generan dentro de las mismas. Como apuntan algunos analistas, las líneas de separación entre las apps y las webs han empezado a ser cada vez más difusas y la red se ha convertido en algo más complejo y en un escenario en el que la relación entre unas y otras es cada vez más complicada.
