Por Redacción - 19 Febrero 2019
Los internautas son especialmente receptivos a los contenidos en vídeo. Es una lección que las cifras, los análisis y los estudios han ido señalando en los últimos tiempos y que las empresas han aprendido con bastante entusiasmo. Si los internautas quieren vídeos, ellas les ofrecerán vídeos, se han dicho. La inversión de las compañías en los vídeos online ha ido en progresivo aumento en los últimos tiempos y se ha convertido en recurrente.
Los vídeos, ya sean como contenido propio o como elemento asociado a la publicidad, se han convertido en unas de las grandes estrellas de su estrategia de marketing y de publicidad online. Pero ¿deberían convertirse también en las grandes estrellas en lo que a SEO se refiere?
Varias son las cuestiones que marcarán la estrategia en marketing digital durante lo que queda de año, que todavía es mucho. Como apuntan en un análisis que publica Forbes, las marcas y las empresas tendrán que tener en cuenta que el social media marketing tendrá que ser todavía más conversacional, que el geo-marketing crecerá, que el email marketing tendrá que ser más personal o que las nuevas tecnologías serán no solo cada vez más nuevas sino también más presentes.
A estos puntos suman otro elemento crucial: la estrategia de vídeo estará cada vez más conectada con la estrategia de SEO.
El SEO tuvo un momento de reinado, eclipse y vuelta al ruedo en la estrategia de marketing online. Hace unos años, pocos dudaban que resultaba crucial y que tenía que ser decisivo y determinante para conectar con las audiencias y posicionar los mensajes que se buscaba destacar. Después, sin embargo, la aparición de las redes sociales hizo que apareciesen también los agoreros del SEO. Se empezó a señalar que, a medida que las redes sociales se convertían en más cruciales y que a medida que los consumidores accedían a los contenidos a través de ellas, el SEO se volvía mucho menos relevante y mucho menos importante. Pero el paso del tiempo demostró que estaban equivocados. Las redes sociales no habían matado al SEO.
De hecho, los problemas que los algoritmos de las redes sociales han supuesto para las marcas han dado nueva vida al SEO. Los consumidores, además, no habían dejado de buscar online. Los móviles y el estar siempre conectados simplemente habían desplazado el espacio en el que se realizaban búsquedas a otro terreno.
Y, ahora, el elemento de moda en los contenidos online va a entrar también en la partida.
Volviendo a lo que señalan en el análisis que publica Forbes, el vídeo se va a redefinir para que funcione en términos de SEO y para que impacte en este terreno. Las compañías tienen que adaptarse en todo momento a los cambios que impactan en la estrategia de posicionamiento, nos recuerdan, para seguir ocupando siempre las posiciones más destacadas en los rankings. En este punto, es el que entrará ahora el vídeo.
Durante 2019, las empresas trabajarán mucho más el contenido en vídeo para optimizarlo para SEO, mejorando la presencia de las keywords en el título del vídeo, la descripción y la URL. Es decir, van a intentar hacer que sus vídeos sean mucho más friendly a la hora de ser encontrados y que funcionen mucho mejor en términos de SEO.
Si las compañías van a trabajar más y más el SEO de los vídeos es por una razón crucial, una que vuelve a llevarnos al punto de partida del artículo. Los vídeos tienen muchísimo éxito y los consumidores son mucho más activos a la hora de conectar con ellos. Los vídeos se comparten 1200% más que los links y los textos (sumando ambos) y logran, además, una mayor conexión emocional con el consumidor. Para las marcas, los vídeos son clave en su estrategia y necesitan por tanto que los consumidores los encuentren de la forma más eficiente posible. Necesitan que estén mejor posicionados que nunca.
Esto también implicará que se añadan nuevas capas de contenidos al vídeo, como pueden ser subtítulos y transcripciones, para hacer más fáciles las cosas a los motores de búsqueda.
Pero además el peso del SEO en los vídeos no solo tendrá un impacto en los propios contenidos audiovisuales, sino que funcionará como un elemento de arrastre para el resto de la estrategia de posicionamiento. Descubrir cómo hacer que la audiencia conecte con los vídeos ayudará a detectar qué es lo que más interesa en general en relación con la compañía y permitirá posicionar las cosas de un modo mucho más positivo y más amplio.