Por Redacción - 23 Septiembre 2020
Aunque ha perdido un par de puntos porcentuales desde 2012 hasta ahora en el total de la cuota de mercado que tiene en todo el mundo, Google sigue siendo el gigante de las búsquedas y con diferencia.
Su peso en el mercado global es abrumador: es el player que ocupa la posición dominante y ninguno de sus competidores está en una posición lo suficientemente firme como para que se pueda convertir en una amenaza.
A nivel global, y según datos de Statista del mes de enero, Google tiene el 87,35% del mercado de las búsquedas. El siguiente player es Yahoo y lo hace con el 5,53% del mercado. Yahoo usa el buscador Bing, que es por sí mismo el tercer player con un mercado del 2,83%. Cierra la lista Baidu, con el 0,7%.
Google es el gran gigante de las búsquedas, el player más fuerte. Sus servicios están por todas partes y el hecho de que su sistema operativo móvil, Android, sea el más popular en smartphones hace que Google también sea el buscador más popular en las búsquedas móviles. Solo hay que pensar en cómo hablamos de las búsquedas online en nuestra vida cotidiana para ver esta poderosa relación entre marca y proceso: ya hablamos de guglear y ya recomendamos a los demás por defecto que miren en Google.
Este dominio del mercado ha posicionado a Google como el rival más fuerte no solo en búsquedas sino también en otros nichos, como el de la publicidad online. Los datos que acumula Google sobre nuestros intereses, dudas y búsquedas, por poner otro ejemplo, refuerza su posición en otros mercados.
El dominio de Google en el mercado de las búsquedas se ha producido por la evolución del mercado. Cuando apareció su servicio, Yahoo era quien dominaba el mercado, de hecho. Google ofrecía búsquedas más precisas y más rápidas y ha ido mejorando esos resultados a medida que pasaba el tiempo. Si los consumidores no se pasan en masa a sus competidores es porque, al final, no tienen ninguna razón para hacerlo. Guglear es cómodo, sencillo y da buenos resultados.
Pero, por mucho que esté basado en su propia calidad de servicio, ¿es justo en términos de mercado la posición que ocupa?
Las empresas han ido quejándose en los últimos años de esa situación y de cómo el estado del mercado las ha convertido en cierto modo en rehenes de las decisiones de Google. Los resultados de búsqueda son cruciales para poder llegar a sus potenciales consumidores, ya que son lo que les indica qué dirección online seguir.
Dado que Google es la que domina las búsquedas, al final hacer SEO implica seguir lo que Google dice y quiere, y cada cambio que hace en su algoritmo implica tener que replantearse todo. También supone que si Google cambia las reglas del mercado, lo que se ha hecho hasta ahora deja de funcionar. Las decisiones del buscador pueden hundir o alzar los resultados de las compañías.
Pero, más allá de las quejas de las empresas (que en ocasiones se han convertido en demandas y han obligado a Google a cambiar las cosas), la situación ha empezado a llamar la atención de las autoridades antimonopolio, que han comenzado a cuestionar si Google está o no abusando de su posición de poder y si esa situación de poder - por mucho que se haya logrado por la calidad de su servicio - es justa o no. Para Google se podrían avecinar tiempos complejos.
El Departamento de Justicia estadounidense está analizando justamente ese punto. Como señalan en The New York Times, las investigaciones contra el gigante de la red que han ido realizando se están centrando en el poder que Google tiene en las búsquedas en la red.
Según el diario, están construyendo un caso contra Google partiendo de eso: consideran que el papel dominante de su buscador daña a sus rivales pero también a los consumidores. Por ahí es, como han filtrado fuentes cercanas al proceso, por donde llevarán el caso.
Y, aunque por ahora nada es oficial, el caso se podría convertir en una pesadilla judicial para Google y el punto de partida para más demandas. De hecho, como recuerdan en Cnet, Google ya protagoniza otras investigaciones y análisis a otros niveles judiciales en EEUU.
A todo ello, hay que sumar los problemas que Google tiene en la Unión Europea, donde han sido investigados por monopolio vinculado a diferentes elementos de su estructura (por ejemplo, en recopilación de datos) y donde han recibido ya multas y obligaciones de ajustes en su oferta. La última fue una multa millonaria por abuso de poder en su posición en el mercado publicitario.
Este verano, la Comisión Europea trabajaba en un proyecto de nueva normativa que tiene como objetivo a los gigantes de la red y que busca limitar la posición de dominio de compañías como Apple, Amazon, Facebook y Google. Las nuevas normas darían un marco para operar en transmisión de datos y operación de mercados digitales.
Es difícil predecir qué ocurrirá en el futuro próximo y qué saldrá de estas investigaciones y procesos antimonopolio. Lo que sí está claro es que tendrá efectos importantes y que puede cambiar las cosas para los gigantes de la red. Facebook ya ha lanzado una alerta de que podría abandonar Europa si se limita su capacidad de transmisión de datos, por ejemplo.
Sea como sea, lo que queda claro es que Google - y las demás grandes compañías de la red - están cada vez más bajo el escrutinio de las autoridades y que las cosas no se calmarán en los próximos años. Los resultados de estos procesos podrían cambiar por completo la estrategia de marketing digital, haciendo que las compañías deban emplear nuevos canales, fragmentando la importancia de otros y obligando a replantearse muchas cosas.