Por Redacción - 29 Junio 2021
En la lista de preocupaciones de los marketeros, el lograr un posicionamiento SEO en Google es una de las más destacadas. El buscador es el punto de entrada que siguen muchos consumidores para llegar a productos, servicios y marcas. Aparecer en los primeros resultados de las páginas del motor de búsqueda es importante en términos de conversión pero también de reputación. Por ello, las compañías deben cuidar su estrategia SEO, optimizando al máximo qué hacen y cómo para lograr los mejores resultados posibles.
Sin embargo, para muchos marketeros, la estrategia SEO supone más preguntas que respuestas. No son pocos los que dudan sobre cómo hacer referencia a su sitio web y cómo conseguir los mejores resultados. Llegar a los primeros resultados de búsqueda no es sencillo - al menos cuando se quiere lograr de forma orgánica y no usando paid search - pero sí es factible.
Para conseguirlo, lo primero que deben hacer los marketeros es seguir a fuentes expertas y fichar a los partners más adecuados para que les ayuden en este trabajo. Leer los consejos que dan los expertos en posicionamiento web y sus recomendaciones en SEO, como por ejemplo en el blog Eskimoz, ayuda a comprender qué se debe hacer y qué prácticas no son las más adecuadas.
Una vez que se tienen ciertos conocimientos de base, es el momento de trabajar y de diseñar una estrategia eficiente de SEO. Uno de los puntos clave de la estrategia para posicionar una página web está en lograr un buen flujo de referencias. Esto es, está en lograr que otros sites hagan referencia a la propia página. Parece, a primera vista, bastante complicado, pero si se hacen bien las cosas no lo es tanto.
En primer lugar, en este terreno es igualmente importante el trabajo con palabras clave. Escoger de forma acertada las keywords que funcionarán como elemento de base para posicionar un texto es fundamental. Las marcas deben elegir términos específicos y muy conectados con qué son y qué ofrecen, porque optar por palabras clave demasiado amplias o demasiado vagas no ayudará en absoluto a llegar a los primeros puestos en los resultados de búsqueda. La competencia será demasiado elevada y el público al que se llegará será, también, demasiado difuso.
En segundo lugar, el contenido también resulta crucial. Escribir para SEO y escribir bien ya no están reñidos, como parecía ocurrir hace unos años. Si hace una década los buscadores premiaban la repetición de palabras y el mayor simplismo posible en los textos, ahora se han vuelto lo suficientemente sofisticados como para saber qué está bien escrito y qué no.
Los textos deben ser, por tanto, de calidad, con información relevante y con una redacción cuidada. Esto ayudará no solo a que los robots de búsqueda lo prioricen, sino también a la experiencia de lectura. El visitante apreciará el texto y se llevará una buena impresión de la marca.
Esta percepción ayudará también a ganar algo que toda estrategia de SEO aprecia: los backlinks. Es mucho más probable que se linke un texto de calidad que consigue ser visto como una fuente experta y, sobre todo, que se consigan esos enlaces desde páginas de gran valor, como los medios de comunicación.
Y, en tercer lugar, hay que tener muy claro que este es un trabajo constante, en el que nunca se puede bajar la guardia. Los marketeros deben estar en todo momento analizando qué hacen y qué consiguen. Los datos son cruciales, pero también el tener la suficiente capacidad como para ir adecuándose en todo momento a lo que nos dice esa información. Hacer auditorías SEO de forma regular, por ejemplo, resulta fundamental para asegurarnos de que lo que se está haciendo sigue estando bien y para detectar áreas de potenciales fallos a resolver.