Por Redacción - 21 Junio 2022
El marketing olfativo se ha asentado como una pieza fundamental de la estrategia de marketing. Ayuda a crear imagen de marca, activa la memoria de los consumidores y permite crear vínculos emocionales a nivel subconsciente con las personas. Las marcas son conscientes de que el cómo huele no debe dejarse a la casualidad y en verano el sector de los viajes afina al máximo su apuesta por el marketing aromático.
En general, toda la industria turística está empleando ya el marketing aromático como elemento para conectar con los consumidores y, sobre todo, crear una experiencia vivida diferente. Como apuntan en un análisis en The Conversation, el olor se ha convertido en parte clave de la "experiencia de turismo" y aerolíneas, hoteles y espacios de entretenimiento refuerzan su conexión con los consumidores y hasta su oferta empleando notas olfativas.
¿Por qué? La clave está en lo que se espera del turismo y la necesidad que estas compañías tienen de darlo. Los consumidores esperan de sus vacaciones que sean experiencias y, sobre todo, que resulten agradables, memorables y nuevas. Tenemos unas expectativas y todos los sentidos entran en juego cuando vamos a un lugar nuevo.
Los turistas quieren una estimulación sensorial - por eso, por ejemplo, probar la comida de un lugar es una parte crucial de los rituales de viaje - y el olfato es una pieza más en ello. Al fin y al cabo, recuerda el análisis, esperas que si vas al sur de Francia todo huela a lavanda.
La industria turística lo ha comprendido y ha empezado a incorporar el olor a su estrategia de forma clara, usando diferentes notas olfativas y modificándolas según el momento y el espacio.
Por ejemplo, las aerolíneas tienen identidades olfativas que usan en sus aviones o en sus salas en los aeropuertos. Singapore Airlines cuenta con un perfume que es el que domina en el avión, una mezcla de rosas, lavanda y limón, y United Airlines ambienta con olor a piel de naranja e higos sus salas en el aeropuerto. Algunos aeropuertos tienen una marca olfativa propia que se extiende por todas sus salas, como el de Bruselas que huele a "limpio" y o el de Heathrow en Londres, que huele como un probador premium.
Algunos hoteles tienen sus propias identidades olfativas - que incluso venden luego a los consumidores, dejándoles compras cosas como los jabones del hotel - que ayudan no solo a crear una experiencia única, sino también a crear branding.
Después, las compañías emplean también los olores para intentar crear una cierta ilusión y modificar las percepciones de las cosas. Los olores considerados cálidos, como la vainilla o la canela, hacen que nos sintamos próximos físicamente: parece que la gente está más cerca y los lugares más llenos.
Sin embargo, los olores fríos, como el eucalipto o la menta, tienen el efecto inverso, haciendo que parezca que hay más espacio. Como recuerda el análisis, esto puede cambiar la percepción que se tiene de las colas en los controles de seguridad o en las zonas de facturación.
Los científicos revelan olores que podrían ayudar a mejorar tu experiencia de viaje. Incluso, los olores pueden cambiar cómo se comportan los viajeros y empujarlos en las decisiones que más les interesan a estas marcas. Para las aerolíneas, las notas olfativas cálidas antes de empezar el servicio a bordo pueden reducir el consumo de alcohol por parte de los pasajeros.