Por Redacción - 16 Enero 2014
¿Cuál es el perfil del consumidor más joven? ¿Qué compran? ¿Cómo compran? ¿Cuánto gastan? Estas son algunas de las cuestiones a las que podemos encontrar respuesta en la nueva Radiografía del Consumidor Adolescente desarrollada por el PreBANCO de los jóvenes,Keepunto.
Esta radiografía se basa en diversos estudios recogidos en el prólogo del estudio “Adolescentes 2013: hacia una correcta formación y autonomía en el consumo”, elaborado en la cátedra de Keepunto con la Universidad Complutense de Madrid, y que se articula en la premisa de la “cultura del esfuerzo” a inculcar en los adolescentes.
Los adolescentes gastan 4 veces más de su paga mensual en ropa, alimentación y tecnología
Son marquistas para integrarse e infieles por naturaleza
Se inclinan principalmente hacia los productos de marca. La marca consumida por el adolescente favorece la admisión o no a un grupo concreto: el adolescente potencia su sentimiento de pertenencia.
Aunque son, por naturaleza, infieles. Una infidelidad que va desapareciendo con la edad y que, según diversos estudios sobre la llamada generación Z, desaparece cuando el adolescente encuentra la marca que le satisface.
Las chicas consumen para diferenciarse del resto y los chicos, para parecerse
Las chicas compran productos que les permita diferenciarse y les proporcionen permanencia, en especial relacionados con la casa: para su habitación, detalles que marquen la diferencia… y centran más su consumo en la formación, y aspectos relacionados con el estudio y el conocimiento.
Los chicos compran para parecerse más al resto de los chicos. Prefieren bienes que les proporcionen movilidad, como motos o bicicletas; y centran más su consumo en la producción, es decir, lo que se necesita para el trabajo.
Para ellos consumir es importante y necesario, pero no está a su alcance en la medida que desearían
Este aspecto provoca sentimientos de frustración, ya que es una de las cosas que más les gusta realizar y no la ponen en práctica por falta de dinero.
Quieren ser más mayores de lo que son y se refleja en su consumo
Los adolescentes aspiran a parecerse a los grupos de edad que están justo por encima de ellos, por lo que esto se refleja en su consumo (ropa, complementos…). Como se puede observar en la tabla a continuación, la diferencia entre la edad real y la edad a la que aspiran va disminuyendo a medida que pasa el tiempo, quedando estancada en los 20 años.