Por Redacción - 29 Octubre 2024
La Generación Z, que abarca a los consumidores de entre 12 y 27 años, se perfila como un grupo demográfico crucial para el futuro económico, con un poder adquisitivo proyectado de 12 billones de dólares para 2030. Sin embargo, la lealtad a la marca entre estos jóvenes representa un desafío significativo para las empresas del sector HORECA, acrónimo de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías, que se utiliza para referirse al sector de los servicios de comidas.
A diferencia de sus predecesores, la Generación Z no muestra la misma fidelidad a las marcas, lo que se refleja en encuestas recientes que destacan una disminución en la afinidad hacia algunas de las cadenas más reconocidas.
El informe semestral “Taking Stock With Teens” de Piper Sandler reveló que, aunque Chick-fil-A y McDonald's siguen siendo las marcas favoritas de los adolescentes, su popularidad ha disminuido en un 4% y 1%, respectivamente. Por otro lado, la preferencia por Starbucks también cayó un 6%, mientras que Dunkin' vio una disminución del 2%. Estas cifras son indicativas de un cambio en los hábitos de consumo de la Generación Z, que ha incrementado su gasto en un 6% en comparación con el año anterior, sugiriendo que estos jóvenes están explorando más opciones en el mercado.
Los datos también muestran que la Generación Z presenta un menor grado de lealtad en comparación con otras generaciones.
En el segmento de servicio rápido, solo un 33% de los consumidores de esta generación manifestó intención de regresar a un restaurante, en contraste con el 37% de los Baby Boomers. Esta tendencia se repite en otros segmentos de restaurantes, donde las cifras de intención de regresar y de recomendar caen significativamente para la Generación Z. Este fenómeno puede atribuirse a varios factores, siendo uno de los más destacados la prevalencia de las plataformas de entrega de terceros. Este tipo de servicios tiende a mercantilizar las experiencias culinarias, lo que diluye la conexión emocional que los consumidores tienen con las marcas.
Además, la Generación Z enfrenta un entorno económico difícil, con un aumento del 31% en los costos de vivienda y un 46% en los seguros médicos en comparación con los Millennials. Esta realidad económica ha transformado la comida rápida en un "lujo", lo que también puede erosionar la lealtad hacia las marcas. A pesar de estos desafíos, la falta de lealtad puede interpretarse como una oportunidad para los restaurantes. Según un informe de Morning Consult, esta generación destina una parte significativa de su ingreso disponible a comer fuera y expresa un deseo de incrementar sus salidas a restaurantes.
Para capitalizar este potencial, los restaurantes deben adaptarse a las preferencias de la Generación Z, quienes muestran un gusto particular por los bocaditos de pollo y las alitas, y valoran la personalización en sus comidas. Esta generación, considerada nativa digital, también espera experiencias fluidas a través de aplicaciones y plataformas de pedidos en línea. Además, dado su enfoque en la economía, buscan ofertas y comidas a buen precio, pero requieren variedad para mantener su interés.
Lo que está claro, es que la Generación Z representa un desafío único para los restaurantes, pero también una oportunidad valiosa. Comprender sus hábitos de consumo y adaptar las estrategias de marketing puede ser la clave para atraer a este grupo demográfico, que se convertirá en un pilar fundamental del mercado en los años venideros.