Por Redacción - 30 Diciembre 2024
Una de las tendencias clave que emerge con fuerza para 2025 es la creciente importancia de la confianza en las relaciones entre marcas y consumidores. La desconfianza hacia las empresas ha alcanzado niveles alarmantes, y como consecuencia, el futuro de muchas marcas dependerá de su capacidad para generar y mantener esta confianza, particularmente en lo que respecta a la gestión de datos, privacidad y seguridad. Aunque las preocupaciones sobre estos temas no son nuevas, la llegada de la inteligencia artificial generativa ha intensificado este debate, sobre todo en lo que respecta al uso ético y transparente de la tecnología.
Un informe del Qualtrics XM Institute revela que la confianza entre consumidores y marcas en Estados Unidos ha caído a sus niveles más bajos desde 2016, lo que coloca a las empresas en una posición desafiante. Este informe también destaca una disparidad significativa en las actitudes según la edad de los consumidores. Mientras que los mayores de 65 años mantienen un nivel de confianza del 57%, la confianza entre los jóvenes de 18 a 24 años se reduce drásticamente al 28%, reflejando una desconfianza generalizada hacia las marcas y sus afirmaciones. Este fenómeno sugiere que muchos consumidores, especialmente los más jóvenes, ya no confían en que las marcas prioricen sus intereses.
Sin embargo, la demanda de productos y servicios excepcionales sigue siendo alta. El desafío radica en que, en un contexto de desconfianza, los consumidores recurren cada vez más a fuentes alternativas de información y recomendaciones para tomar decisiones de compra. En este panorama, los influencers se han consolidado como aliados clave. Según un estudio de Adobe, el 37% de la Generación Z ha comprado productos basándose en la recomendación de un influencer, y los influencers están generando conversiones diez veces más efectivas que las redes sociales tradicionales.
El impacto de los influencers en cada vez más notable en los resultados financieros
Durante la Cyber Week, los afiliados y socios, incluidos los influencers, generaron el 19% de los ingresos y contribuyeron a un crecimiento interanual del 23,4%. Este dato resalta la efectividad de los influencers como catalizadores de confianza y conexión auténtica con los consumidores. Cada vez más, los consumidores muestran cansancio por los anuncios tradicionales y aprecian la cercanía y autenticidad que los influencers aportan a las marcas. Los influencers no solo están impulsando las ventas, sino también transformando la manera en que las marcas interactúan con sus clientes, lo que contribuye a una experiencia del cliente más genuina y significativa.
En este sentido, los influencers no solo son una herramienta de marketing, sino actores esenciales para modelar la experiencia del cliente. Las recomendaciones para las las marcas es que confíen en los creadores de contenido, otorgándoles la autonomía necesaria para generar contenido auténtico que conecte con su audiencia. Si bien esta estrategia puede ser difícil de implementar para algunas marcas, especialmente aquellas acostumbradas a controlar cada aspecto de su mensaje, la creciente competencia en los canales digitales hace que este enfoque sea cada vez más necesario.
Así, frente a los desafíos de confianza que las marcas deben enfrentar, los influencers se perfilan como un recurso clave para construir y mantener la lealtad del cliente en 2025. Su capacidad para generar conexiones genuinas con las audiencias ofrece a las marcas una vía eficaz para superar la desconfianza generalizada y fortalecer su posicionamiento en un mercado cada vez más exigente.