Por Redacción - 25 Marzo 2025
El cambio de hora, una práctica que se lleva a cabo cada año, tiene implicaciones mucho más profundas de lo que podría parecer a simple vista. Aunque este ajuste solo involucra adelantar el reloj en una hora, como sucederá en España el último domingo de marzo de 2025, con el inicio del horario de verano durante la madrugada del 29 al 30 de marzo, este acto aparentemente simple afecta a una amplia variedad de aspectos, especialmente en lo que respecta a las estrategias de marketing de las marcas y los hábitos de los consumidores. Las empresas deben estar preparadas para afrontar este cambio de manera eficiente, ya que la adaptación a los nuevos horarios y a los patrones de comportamiento de los usuarios es esencial para mantener la relevancia y la competitividad.
El inicio del horario de verano tiene un impacto directo en los comportamientos de los consumidores. Este cambio afecta los patrones de consumo, la forma en que las personas interactúan con los productos y servicios y sus horarios de compra. Por ejemplo, con la llegada de más horas de luz por la tarde, las personas tienden a salir más, aprovechar las actividades al aire libre y aumentar su participación en el ocio. Esto significa que los consumidores son más propensos a realizar compras o disfrutar de experiencias gastronómicas o de entretenimiento durante la tarde, ya que las tardes largas invitan a la acción fuera de casa. Este ajuste puede beneficiar a sectores como la hostelería, el turismo y las actividades recreativas, que verán un aumento en la demanda, particularmente en aquellas regiones donde las actividades al aire libre son más frecuentes.
El cambio también afecta a los hábitos de consumo de energía. Durante el horario de verano, la gente suele consumir menos electricidad en las horas del día debido a la mayor luz natural, pero la demanda por aire acondicionado y climatización aumenta por la noche, cuando las temperaturas tienden a elevarse debido a la exposición prolongada al sol. Este fenómeno puede influir en el comportamiento del consumidor y en la forma en que las empresas promueven sus productos, especialmente en sectores relacionados con la energía y los electrodomésticos.
Adicionalmente, el cambio de hora puede alterar los ritmos circadianos de las personas, provocando alteraciones en el sueño, la energía y el estado de ánimo. Este tipo de trastornos puede influir en la toma de decisiones de compra. Las personas podrían sentirse más fatigadas o desorientadas durante los primeros días tras el ajuste de horario, lo que podría llevar a una menor actividad en línea o a una interacción menos efectiva con las campañas publicitarias, especialmente en las primeras horas del día.
Las marcas y empresas deben ser conscientes de que el cambio de hora influye directamente en el comportamiento de compra de los consumidores, por lo que es crucial adaptar las campañas de marketing a este nuevo escenario. El comienzo del horario de verano ofrece una oportunidad única para ajustar las estrategias de marketing digital, especialmente en lo que respecta a las campañas publicitarias en línea. Las plataformas de publicidad programática y las redes sociales, que operan en función de la actividad de los usuarios, requieren ajustes precisos en cuanto a horarios de publicación y segmentación para maximizar el engagement.
El cambio horario también afecta el calendario de las campañas de marketing. Las marcas deben recalibrar sus estrategias y ajustar los horarios de publicación en redes sociales para alinearse con los nuevos picos de actividad del consumidor. Por ejemplo, si antes del cambio de hora los usuarios tendían a conectarse en momentos específicos del día, el ajuste del reloj puede modificar esos picos, requiriendo que las marcas analicen y optimicen los tiempos de publicación para seguir alcanzando a su audiencia en los momentos de mayor actividad.
En términos de marketing tradicional, los anuncios de televisión, radio y otros medios de comunicación deben adaptarse a las nuevas franjas horarias para garantizar que los mensajes lleguen a su público objetivo en el momento adecuado. Esto es especialmente importante cuando las marcas planifican campañas alrededor de eventos de temporada o promociones especiales.
El sector de los comercios también debe ajustar sus horarios de apertura y cierre para alinearse con el nuevo horario de verano. Los comercios minoristas y los establecimientos de hostelería pueden aprovechar las horas adicionales de luz para atraer a los consumidores que prefieren realizar sus compras o salir a cenar durante la tarde-noche. En paralelo, las empresas de comercio electrónico deben estar al tanto de los nuevos horarios de actividad y asegurarse de que sus campañas de marketing digital, como los anuncios dirigidos, se publiquen en momentos que coincidan con los hábitos de compra modificados. Además, el comercio electrónico puede experimentar variaciones en los horarios de tráfico web y en los momentos en que los usuarios realizan sus compras online. Durante el cambio de hora, los consumidores pueden ajustar sus rutinas de navegación y compra, lo que implica que las empresas deben anticipar posibles cambios en la frecuencia de visitas y en las horas punta de compra para optimizar su presencia online.
Es esencial que las empresas se preparen para los efectos transitorios del cambio de hora en la productividad laboral. Los primeros días tras el ajuste de horario pueden generar fatiga en los empleados, lo que podría afectar temporalmente su rendimiento. Las empresas deben ser flexibles con sus horarios y promover un ambiente laboral comprensivo para mitigar estos efectos.
Por otro lado, las marcas y empresas que operan en sectores como el turismo, el transporte o la logística deben adaptar sus calendarios y horarios de servicio. Las agencias de viajes, por ejemplo, deben asegurarse de que sus reservas y sus calendarios de actividades estén actualizados, al igual que los horarios de vuelos y trenes, para evitar confusiones entre los consumidores que puedan afectar su experiencia.
El cambio de hora también puede influir en los patrones de tráfico local y en la forma en que los consumidores interactúan con la publicidad exterior. La publicidad en vallas publicitarias y en espacios públicos debe ajustarse a los nuevos horarios de mayor actividad y adaptarse a los movimientos y las interacciones de los consumidores en las horas de luz prolongadas.
De cualquier modo, ante algo inevitable, el cambio de hora que tendrá lugar el 29 de marzo de 2025 en España es una oportunidad para que las marcas y empresas ajusten sus estrategias de marketing, operaciones y comunicación para alinearse con los nuevos hábitos y comportamientos de los consumidores. Las marcas que comprendan cómo influye este ajuste en los patrones de consumo, la interacción con los medios y la actividad online podrán maximizar su efectividad y mantener una relación sólida con sus clientes, incluso en tiempos de cambio.
