Opinión Tendencias

De adulto compramos lo que nos gusta en la infancia

Por Rafa Cera
TOP CONSULTANT Alta dirección, marketing, management e innovación. Nominado...

Me gustaría profundizar sobre algo que me ha parecido importante a tener en cuenta desde el punto de vista comercial para nuestras empresas. Todos/as hemos asumido como cierto que el branding, la capacidad de hacer marca y comunicarla de forma adecuada y eficiente, tiene unos efectos muy positivos sobre nuestros resultados comerciales. Pero se poseen datos de investigación que transciende aún más allá sobre esos efectos del branding sobre los clientes.

Se confirma que más de un 55% de las personas, tenemos en consideración de forma importante a la hora de utilizar determinadas marcas, aquellas que de alguna manera utilizamos, le impactaron o fueron importantes en nuestra infancia. Es decir, que en marketing, es importante la experiencia pasada en muchos de nuestro comportamiento comerciales actuales, que a la hora de adquirir productos en la edad adulta pueden estar determinados por la experiencia infantil vivida.

Esto puede implicar que si tu bebida preferida cuando eras un crio y a la que tiene buenas experiencias asociadas era el Cola Cao, es muy probable que en tu adultez tengas en tu casa esa marca, y que incluso se la impongas a tus hijos, que si percibes la visitas al Burger King como satisfactorias siendo una niño/a, lo más probable es que incrementes tus visitas a este establecimiento, es decir, lo que fue importante o te marcó positivamente en tu niñez, puede que condicione de manera importante tu decisión de compra actual a la hora de decantarte por unas marcas u otras.

Considero muy importante esta información pues, primero creo que esta vinculación se da en un tanto por ciento de personas más numerosa de las que creía, y por supuesto que tenía muy admitido que somos un presente determinado en parte por nuestro pasado, pero que la fidelización a la marca posea una tan longeva relación con el cliente, nos permite pensar y tomar aún más en consideración:

  • por un lado (que creo que todos aceptamos) la necesidad de potenciar nuestra marca,
  • y en otro orden de cosas también tenemos que tener presente que los usuarios son los compradores y decisores del mañana, por lo que al marca debe hacer cantera desde ya.

En este último sentido, parece recomendable plantearnos con ese objetivo de hacer cantera, iniciar determinadas actividades comerciales que en principio no tendríamos previsto en nuestros planes de marketing. Quiero decir con esto que es muy factible que marcas dirigidas exclusivamente a adultos, a lo mejor tienen que tomar como factor estratégico, diseñar actividades donde se tomen en consideración a los niños que estos adultos pueden acompañar hasta la marca.

Así en una marca de automóviles, sea del segmento que sea, puede tener sentido el incentivar que los papas y las mamas vayan acompañados de sus hijos a los concesionarios para una vez allí hacer vivir una experiencias agradables no solo a los decisores de la compra, sino también a sus acompañantes en forma de juegos, comidas, etc?, esto mismo se puede trasladar al mundo on line donde se puede consultar los modelos que comercial como pero tener una sección infantil de gamificación donde se incluyan los productos y valores de la marca, videos, enviarles contenidos de valor para los niños/as (videos, juegos, cuentos, ídolos, etc.), realizar campañas on/off line para los hijos/as de nuestros clientes, programas de becas para la diversión , estudio, o lo que se nos ocurra, etc?, en definitiva trabajar comercialmente un segmento, que no es nuestro principal objetivo comercial ahora, para convertir fieles de la marca a clientes reales.

Parece interesante a nivel comercial trabajar un plan comercial para este segmento adjunto, desde este presente para que en un futuro genere beneficios para la marca. Con este tipo de acciones comerciales dirigidas a los más pequeños a ayudarles a tener mejores experiencias relacionadas con la marca, posee también una profundización en la fidelización de los adultos pues estos observan como nuestra marca además de intentar satisfacer a estos, pretende que sus hijos sean más felices, estén mejor atendidos, con el compromiso de que la marca también tenga una aportación en su bienestar. Todo esto supondría una decisión estratégica de la dirección de la empresa, que consistiría en atender mercados secundarios actuales no productivos, para conseguir ampliar nuestro mercado de futuro, una inversión de presente para crear un futuro más rentable. Y es que los clientes del futuro hay que empezar a atenderlos hoy

Por Rafa Cera
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