Por Redacción - 24 Septiembre 2014
Solo el 13% de los Millennials considera que las marcas deberían centrarse en proclamar sus bondades y hablar de sus productos y servicios. Por contra, la mayoría espera mucho más de ellas, en términos de compromiso y autenticidad.
Así lo refleja la encuesta global publicada por Initiative, en la que han participado cerca de 10.000 consumidores de entre 25 y 34 años, procedentes de 19 países.
En general, estos consumidores mantienen una postura crítica hacia las marcas, poniendo en entredicho su voluntad para implicarse con su entorno, más allá del mero hecho de aumentar su cuenta de beneficios.
En consecuencia, el estudio indica que los Millennials esperan mucho más de ellas. Asimismo, recoge qué atributos son los mejor valorados por ellos. La confiabilidad, honradez encabezan la lista, según la opinión del 31% de los participantes en la encuesta. A continuación, encontramos que el 29% valora muy positivamente la creatividad, mientras que el 23% apuesta por la inteligencia. Se trata de una generación especialmente creativa, con capacidad de adaptación a los cambios, que abraza sobremanera la innovación. Cualidades que les gustaría atribuir a las marcas.
No podría faltar en esta relación la autenticidad (22%) y confianza (21%). Los consumidores necesitan que la marca realmente se preocupe por el entorno en el que desarrolla su actividad. Que no pretenda únicamente actuar en beneficio propio, sino contribuir a mejorar su área de influencia.
Concretamente, el 59% de los encuestados considera que la marcas deberían tomar parte activa en causas benéficas, y aprovechar su poder en beneficio del bien común (58%). De hecho, uno de los factores que determina la lealtad de estos usuarios es el que las marcas estén comprometidas con fines sociales o ecológicos (54%).
Estas conclusiones refuerzan los datos aportados por Ipsos OTX, donde se indicaba que los Millennials están más dispuestos a comprar productos ecológicos, o responsables con el medio ambiente, que el resto de consumidores.
Decididamente, nos encontramos ante una generación de consumidores comprometidos, exigentes e informados. Han crecido en una época sometida a altibajos desde el punto de vista económico y social; experimentando desde el estado de bienestar, hasta las dificultades de mejorar su situación laboral. Por ello, saben lo que quieren, conocen sus derechos como consumidores, y se muestran intransigentes ante el afán lucrativo de las marcas.