España es el país con más bares por habitante, según un estudio de la consultora Nielsen. Tomar una caña, comer, hablar con nuestros amigos, jugar a cartas, leer el periódico, etc. Son cosas que podemos hacer en cualquier lugar, sobretodo en casa, sin necesidad de pagar un precio más elevado por recibir un servicio que seguro que no necesitamos, pero que seguimos utilizando. Éste no es un post en contra de ir de bares, ni mucho menos, al contrario, sería interesante que si tienes un bar, te puedas plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué van las personas a tu establecimiento?
Si no conoces la respuesta, quizás sería interesante indagar para conocerla, porque de esa misma manera también podrías deducir por qué NO van otras personas a tu negocio. De igual modo, si sabes que es lo que gusta de tu establecimiento, lo puedes potenciar y promocionar para conseguir más clientes. Voy a plantear una serie de aspectos que pueden motivar a una persona a ir a un bar o cafetería. Descubre con cuales se identifica tu establecimiento y con cuáles no. Quizás sería momento de renovar alguno de ellos.
Cambio de ambiente: Desconexión y salir de casa. Nos acercamos a un bar con el objetivo de querer cambiar de ambientes, tener un lugar que no esté vinculado a nuestros espacios habituales (tanto nuestra vivienda, trabajo, etc.).
Tradición: Un poco en contraposición con el punto anterior, vamos a un bar como tradición. Nos hemos acostumbrado a ir unos días o momentos concretos y no solemos cambiar de establecimiento. Pasa a ser un momento más de nuestra rutina. Somos el perfil de cliente que podemos decir: Ponme lo de siempre.
Mejores productos: Nos centramos en lo que nos ofrecen. Vamos a un bar porque nos gusta su comida, sus bebidas, sus dulces, etc. La calidad del producto es importante y es algo que no conseguiríamos en casa, o bien nos requeriría un esfuerzo tanto físico como económico considerable.
Oferta de experiencias: Porque nos ofrece algo que en casa no tenemos (dejando de lado el producto), como por ejemplo la posibilidad de ver partidos de fútbol en televisiones de pago, juegos diversos (billar, futbolín, dardos, etc.), música en directo, etc.
Conocimiento del personal: Nos sentimos como en casa, aquellas personas que nos atienden son agradables y amigos y preferimos estar allí con ellos que en otro sitio. Este aspecto y el de tradición suelen estar ligados, ya que con los años se establecen amistades con los dueños de los locales, o bien, se conocía de antes al dueño o camarero y por eso nos decidimos a ir a ese bar.
Socializarse: Somos animales sociales, y como tales, nos sentimos bien en situaciones en grupo y con otras personas. Ir a una bar nos ofrece la posibilidad de salir de nuestra burbujita, conocer gente y sentir que no nos aislamos.
Por necesidad de consumir: Estamos lejos de nuestra casa y sentimos la necesidad de comer o beber algo. La opción rápida es entrar en un bar o cafetería, sentarnos y pedirlo. A veces las cosas son muy sencillas, ¿no?
Comodidad: No nos engañemos, nos gusta que nos cuiden, que cocinen para nosotros y nos faciliten la vida. En un bar eso sucede, gracias a ello solo tenemos que sentarnos y pedir aquello que nos apetezca comer y beber sin necesidad de levantarnos y cocinarlo.
Descanso y confort: Imaginemos que llevamos horas andando y estamos exhaustos, se nos aparece un bar con asientos aparentemente cómodos, aire acondicionado y música de ambiente. Del calor y cansancio del exterior, pasamos a estar relajados y a temperatura agradable en el interior del establecimiento. Un buen motivo también, ¿verdad?
Por cuestiones formales: Finalmente quería apuntar un último motivo por el que solemos ir a un bar o cafetería: las reuniones o encuentros. Con esto me refiero al hecho que cuando quedamos con alguien a quien apenas conocemos, encuentros profesionales. etc. se establece el bar, cafetería o restaurante como el lugar propicio para ello, siendo un sitio neutro que permite que dos personas sin la confianza necesaria para estar en la casa del otro, puedan tener un encuentro agradable y fructífero.
Si tienes un bar, o pretendes iniciarte en este campo, sería conveniente que fueses capaz de satisfacer estas necesidades y, en cualquier caso, intentar posicionar tu negocio centrándote en alguna de ellas. ¿Ya has pensado cómo vas a hacerlo? Recuerda, el producto o servicio que ofreces es importante, pero hay todo un mundo de necesidades latentes que también hay que considerar.