Por Redacción - 15 Noviembre 2018
Juguetes blandos, juguetes de compresión, juguetes antiestrés... En castellano se les llama de muchas maneras, pero también usando el término en inglés, squishy, que es con el que, como demuestra el darse una vuelta por Google, se están posicionando todas las grandes tiendas y con el que se pueden encontrar vídeos y más vídeos en YouTube en los que aparecen estos juguetes. Los squishies (o los squishy, en castellano hay quien no cambia el término al hacer el plural) son ese tipo de juguetes blanditos que se pueden estrujar. Son la versión renovada de un clásico de las bolsas de merchandising de los congresos, donde la bolita antiestrés era recurrente, y para un público diferente.
Ahora son "bonitos", "de moda" o "blanditos". Son unicornios, tartas, pasteles y figuras de aires cuquis. Y son, y esto es lo más importante, el juguete de moda. Si en las ediciones anteriores de la campaña de Navidad eran las LOL surprise o la Patrulla Canina quienes arrasaban en las listas de ventas navideñas, este año el boom será para los juguetes estrujables.
Como explican en The Wall Street Journal, el juguete locura de esta campaña son estos muñecos de goma blanda que se pueden apretar. La moda ha capturado a algunos adultos, pero sobre todo a muchos niños. El medio económico habla, de hecho, de "hit" entre el público infantil. Cada uno de estos muñecos o figuras apretables son muy baratos.
El rango de precios va desde los 3 a los 20 dólares en EEUU y en Amazon España se pueden encontrar por precios tan variopintos como los 37,99 euros, los 6,99 o los 8,99 en lotes de 12 piezas. Es un precio más variado que el de otros juguetes que en el pasado se han colado entre las listas de lo más buscado y deseado para la Navidad.
Por supuesto, ahora que se han convertido en un elemento de moda y en un producto muy deseable están llegando a muchos consumidores y muy diversos, aunque el boom de los squishies empezó con comunidades entregadas (de todas las edades) que tenían ideas muy claras sobre cómo se debían comportar estos juguetes cuando recuperaban la forma (es una cuestión de tiempo que les lleva).
Las empresas que han ido lanzando estos productos han estado estudiando a estos fans y su comportamiento. Como explica el responsable de una de estas compañías al Journal, analizaban lo que los usuarios compartían en sus vídeos de YouTube para ver qué era realmente lo que querían. Veían los vídeos una y otra vez. El poder del tiempo y del cómo vuelven a su forma original es tan poderoso que las empresas que los fabrican no dan detalles sobre la cuestión. Es su secreto corporativo.
En Estados Unidos, las previsiones de cierre de la campaña de Navidad serán de unas ventas de 100 millones de dólares. Durante la campaña de Navidad de 2017 movieron 4 millones de dólares. Para una cadena de tiendas físicas británicas, el boom de los squishies supuso, de hecho, un impulso en las ventas. Sus ingresos crecieron en un 15% en el semestre gracias al impulso de estos juguetes.
El boom de los squishies no ha llegado de la nada. A principios de año, los analistas ya apuntaban que los squishies se podían convertir en el juguete del año y que la industria tenía que estar atenta a ellos. Como explicaba la experta, Laura Gunton, el que hubiese muchos modelos y de muchas formas alentaba además el coleccionismo.
Los vendedores de juguetes también lo tenían bastante claro a principios de 2018 y señalaban que, por lo que estaban viendo sobre lo que compraba la gente, iban a ser lo que se pusiese de moda en el futuro inmediato. Como analizaban entonces en Quartz, además de todos los vídeos de YouTube, los squishies ya empezaban a protagonizar su momento de gloria en Instagram. En octubre del año pasado, ya había dos millones de vídeos etiquetados con #squishy. Hoy sin duda serán muchos más.
Los vídeos en Instagram seguían un guión muy simple, pero que funcionaba muy bien. Se apretaba el juguete, se soltaba, se esperaba a que volviese a su forma y se repetía el proceso. Entonces, incluso estaban empezando a aparecer en los vídeos de los susurradores digitales, otro de esos elementos de moda en el universo YouTube.
Ser el juguete de moda es una cuestión destacada para sacar el mayor partido a uno de los momentos del año en los que más juguetes se venden. La campaña de Navidad mueve mucho dinero en ventas de juguetes y permite a la industria hacer caja.
De hecho, incluso los malos datos previos y del mercado no pueden del todo con el tirón de la Navidad. Según datos de NPD Group que facilita la Asociación Española de Fabricantes de juguetes, a partir de mediados de este año las ventas nacionales de juguetes han estado en números negativos.
El acumulado a octubre de ventas está en los 368 millones de euros, un 2% inferior al año anterior. El mercado se ha visto afectado por la incertidumbre causa por los cierres y dudas sobre la supervivencia de varias cadenas de jugueterías de ámbito europeo. Sin embargo, para el cierre de año se espera crecimientos del 1 y del 2%, impulsados por las ventas de Reyes.
Los consumidores hacen todavía muchas de sus compras de la campaña navideña en la recta final. "El mayor volumen de ventas del sector se produce durante los últimos meses del año y las últimas semanas serán determinantes", explicaba Jose Antonio Pastor, presidente de la asociación, en la nota de prensa de resultados. "De hecho, el 40% de las ventas se concentran en las 3 últimas semanas", añadía.