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Por Redacción - 19 Mayo 2020
Es probable que la crisis económica posterior a la crisis sanitaria del coronavirus vaya a tener en los millennials su principal víctima. Los millennials, nacidos en los 80 y en los primeros 90, estaban entrando en el mercado laboral cuando estalló la crisis económica de hace una década. Llegaron al mercado en los últimos años de los "mileuristas", pero muchas veces ni siquiera llegaron a serlo. Eran los becarios eternos, enlazando precariedad con más precariedad y cursos y más cursos para estar todavía más formados.
Los millennials, que están ahora en la treintena o a punto de entrar en ella y que han cruzado ya a una fase vital diferente (muchos tienen ahora hijos), estaban justo antes de empezar esta crisis respirando un poco por primera vez. Empezaban a tranquilizarse las cosas y habían encontrado, más o menos, su lugar (malo, pero algo). La crisis del coronavirus los manda de vuelta a la casilla de salida y les obliga a vivir, por segunda vez en su vida, una "crisis histórica".
La situación es especialmente dramática para este grupo demográfico, pero lo cierto es que ellos no son los únicos afectados. Lo que les pasó a los millennials en su momento - entrar en el mercado laboral cuando este colapsa por una crisis económica - es lo que a los miembros de la Generación Z les puede suceder ahora. Los Z son los jóvenes adultos de esta crisis, los que empiezan a entrar en el mercado laboral tras años de hablar de ellos como adolescentes. La crisis económica que se avecina los pillará en el epicentro del problema.
De hecho, como recuerdan en un análisis en Forbes, aunque ahora mismo no suelen ser el grupo en el que se piensa cuando se habla de los damnificados de esta crisis, las empresas no deberían olvidar a los Z.
Ellos también están sufriendo los efectos de la crisis del coronavirus, incluso cuando no están todavía en la fase de entrada en el mercado laboral. El 28% de los Z reconoce, en un estudio estadounidense, que ha sentido ya el efecto de esta crisis en su salud mental.
Muchos, añaden, temen el impacto que la crisis tendrá en su preparación académica y en el futuro, cuando necesiten pulir su CV para buscar trabajo. Temen que lo que ha ocurrido ahora les haga quedar atrasados.
Algunos analistas creen que ellos van a ser quienes, en el largo plazo, se verán más afectados por la crisis. Los despidos y recortes de ahora les tocarán a ellos no solo ahora sino también en el futuro y con perspectivas a largo.
Un estudio británico concluía que ahora mismo los recién graduados tienen un 13% menos de probabilidades de encontrar trabajo en los próximos tres años de las que tenían antes de que empezase la pandemia. Quienes tienen formación media han caído un 27% en probabilidad y quienes tienen básica en un 37%.
Los efectos ya los están notando ahora. Según un estudio del Pew Research Center (que funciona con muestreos estadounidenses), los Z son ya quienes están notando un mayor impacto en sus hogares en lo que toca a efectos económicos de la crisis.
La mitad de la franja de más edad de la generación Z (18 a 23 años) asegura que ellos o alguien en su hogar ha perdido su empleo o parte de su salario en los recortes vinculados al coronavirus. Es más que el 40% de los millennials, el 36% de los X y el 25% de los baby boomers.
Todo esto les complicará las cosas en el futuro inmediato y lo hará también para las marcas que esperaban tenerlos como clientes, que tendrán que aprender a funcionar de otra manera.
Si la crisis y los cambios de intereses de los millennials hizo que durante la crisis anterior la generación del milenio "matase" a muchos productos e industrias, cabe esperar que lo mismo ocurra ahora con los Z. Las compañías tendrán que trabajar con criterios diferentes y con un escenario distinto.
El cambio tiene incluso que empezar ya, porque, y como añaden en el análisis de Forbes, los Z son ya uno de los grupos demográficos que están esperando que las marcas respondan y que actúen para mejorar la situación.
