
DAAD: Un modelo inspirador para poner en valor el pensamiento lateral, clave del Diseño y la Creatividad
Determinadas compañías de software, algunas muy conocidas por sus programas cuasi monopolistas, dentro del mundo del diseño y la publicidad, hace años que decidieron reinventar la gallina de los huevos de oro. Así, el Software As A Service o SAAS, nació al alumbrar tan feliz idea.
Durante años, una agencia de publicidad; editorial; estudio de diseño o creativo freelance, -compraban- sus programas de edición, retoque fotográfico o maquetación. Los compraban hasta que alguien tuvo la genialidad de transformar una venta puntual de producto informático mediante un pago único para usarlo durante años en, -un alquiler de por vida-. Y es que el modelo SAAS no extingue el pago en el acto de compra. Lo perpetúa hasta el infinito.
Dejando de lado las consideraciones éticas o morales ya tratadas en anteriores artículos míos, me enfocaré en la respuesta de los profesionales, las consecuencias del modelo SAAS y su reacción en cadena.
En primer lugar, numerosos profesionales no ven con buenos ojos el modelo SAAS. De hecho, se ha producido una ruptura en tendencias de uso. Muchos artistas, fotógrafos o diseñadores de pequeñas y medianas empresas a las que les cuesta afrontar el gasto mensual de alquileres SAAS, están utilizando software de diseño de compañías alternativas.
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