Por Redacción - 14 Septiembre 2022
A principios de este mes, Starbucks anunció en España que iba a empezar a vender su Pumpkin Spice Latte. “¡Pues sí, llegó! ¡La bebida más esperada del año está de vuelta!”, se puede leer en una de sus actualizaciones en redes sociales de esos días. En realidad, la cadena habla también del comienzo de la temporada de Pumpkin Space, porque al café viral – ese que primero se convirtió en un marcador de la llegada del otoño en el mercado estadounidense y que luego se viralizó a otros países y mercados – se le suman otros productos con toques de calabaza.
¿A qué sabe el Pumpkin Spice Latte? Fans remarcarán una cosa, detractores otra (pero no sabe a calabaza-calabaza), pero lo cierto es que sus toques de sabor, sus olores y, sobre todo, toda la avalancha marketera vinculada a su llegada al mercado se han convertido en un marcador del otoño. También se han asentado como un claro ejemplo de caso de éxito en marketing y posicionamiento de marca, porque Starbucks ha sabido ver por donde iba a venir el viento y ha logrado tematizar una temporada del año en la que, en esencia, hasta ese momento tampoco es que tuviese nada especial que vender.
Cierto es que en lo tradicional el otoño tiene sus tradiciones. Es, al fin y al cabo, el momento de comer castañas. Las castañas, aun así, no son todavía especialmente trendy, algo que sí han conseguido otros sabores que las marcas han posicionado como otoñales y se han convertido en una máquina de hacer dinero.
La tendencia es, de hecho, esa: las cadenas de retail y las distribuidoras están buscando su propio sabor del otoño, para crear ediciones limitadas y lograr vender a los consumidores una avalancha de nuevos productos. Deben conseguir lo que logró Starbucks: que los compradores identifiquen el producto con la temporada, que se convierta en algo único y especial, que se asiente como una experiencia y, sobre todo, que se esté dispuesto a peregrinar para hacerse con ello.
Como apunta Modern Retail, ahora mismo, el mercado está intentando aprovecharse del tirón del pumpkin spice latte de Starbucks como sea: quieren quedarse en su estela, lanzar su producto de temporada y conseguir, con suerte, que sea el próximo gran viral otoñal.
Las startups del sector de la comida y la bebida lo están haciendo, pero también compañías de otros sectores que, de entrada, poco tendrían que ver con los sabores de temporada. Grove Collaborative, ejemplifica Modern Retail, es una muestra, lanzando en otoño productos de limpieza con aromas temáticos. El pumpkin spice tiene tanto tirón ya que bien vale también para vender friegasuelos.
Starbucks logró asentar una magia inesperada. Desde que lanzó su producto en 2003 ha conseguido que el sabor se convierta en el referente otoñal del mercado estadounidense (pero no hay que olvidar que el pumpkin spice ha empezado ya su conquista de otros países y que, viendo lo que se comenta en redes sociales en España, les está funcionado), tanto que algunas marcas que han experimentado con las ediciones de sabores de otoño reconocen que son de las que mejor se venden en el año.