Por Redacción - 8 Octubre 2024
El Ministerio de Sanidad prepara una importante reforma para limitar la publicidad de bebidas alcohólicas en bares y restaurantes ubicados cerca de centros educativos, con el objetivo de reducir el acceso y la exposición al alcohol por parte de los menores. Esta medida se enmarca dentro del nuevo “Anteproyecto de Ley de prevención del consumo de alcohol y de sus efectos en las personas menores de edad”. La ley busca frenar el consumo de alcohol entre los jóvenes, que, según diversos estudios, sigue siendo alarmantemente alto en edades tempranas.
El consumo de alcohol entre adolescentes en España es preocupante. Datos recientes revelan que el 28% de los estudiantes entre 14 y 18 años ha consumido cinco o más unidades de alcohol en menos de dos horas durante el último mes, lo que se conoce como binge drinking. Además, un 21% de estos jóvenes ha llegado a embriagarse en el mismo periodo de tiempo. Estos hábitos suponen un riesgo significativo para el desarrollo físico y emocional de los menores, incrementando la posibilidad de desarrollar adicciones en el futuro.
Una de las causas de esta problemática es la facilidad con la que los adolescentes pueden acceder a bebidas alcohólicas. Un número considerable de jóvenes percibe que es relativamente fácil adquirir alcohol, y el entorno juega un papel crucial en esta situación. La presencia de bares, terrazas y restaurantes con amplia oferta de bebidas alcohólicas, la promoción constante y la publicidad omnipresente son factores que normalizan el consumo de alcohol en las actividades sociales cotidianas.
El Ministerio de Sanidad ha puesto de relieve que el entorno urbano y social es clave para el fomento del consumo de alcohol entre menores. Factores como la densidad de puntos de venta, la accesibilidad del alcohol, la publicidad en lugares públicos y el bajo coste de las bebidas alcohólicas han sido identificados como elementos que contribuyen a la normalización de su consumo.
A esto se suman las estrategias de marketing de las empresas productoras de alcohol, que dirigen sus mensajes promocionales de manera indirecta hacia los jóvenes, al utilizar medios y entornos frecuentados por este grupo de edad. Bares cercanos a colegios, institutos y otros espacios destinados a los menores, como parques y centros deportivos, representan un foco de atención en esta nueva legislación.
El anteproyecto de ley incluye diversas medidas de "prevención ambiental", cuyo objetivo principal es limitar el acceso y la exposición de los menores al alcohol. Una de las principales disposiciones establece restricciones a la publicidad de bebidas alcohólicas en un radio de 200 metros alrededor de centros educativos y otros lugares frecuentados por menores, como centros de salud, parques infantiles y áreas recreativas. Esta regulación pretende crear zonas más seguras para los jóvenes, en las que no estén constantemente expuestos a estímulos que normalicen el consumo de alcohol.
El artículo 26 del anteproyecto señala que la publicidad de bebidas alcohólicas quedará restringida en estos entornos, permitiendo únicamente la exhibición limitada del nombre comercial, denominación social y los símbolos identificativos de las marcas o empresas productoras de alcohol. Esto significa que bares, terrazas y restaurantes cercanos a colegios o institutos ya no podrán mostrar carteles, logos o anuncios que promocionen bebidas alcohólicas. Quedará prohibida la publicidad directa de estos productos en cualquier forma, incluidos toldos y elementos decorativos con marcas de alcohol.
Esta medida tiene un alcance que abarca centros de educación primaria, secundaria obligatoria, bachillerato, formación profesional, y otros espacios que atienden a menores, como centros de salud y parques infantiles. El objetivo es reducir la presencia visual del alcohol en los lugares donde los jóvenes pasan gran parte de su tiempo, disminuyendo así el incentivo o la curiosidad por consumir este tipo de bebidas.
Además de las restricciones a la publicidad, el Ministerio de Sanidad pretende abordar el problema del consumo de alcohol en menores desde un enfoque integral. La ley también contempla otras medidas de control sobre la venta y distribución de alcohol, como limitar los horarios de venta y aumentar la fiscalización en aquellos establecimientos que no respeten las normativas vigentes. Asimismo, se está evaluando la posibilidad de endurecer las sanciones a locales que vendan alcohol a menores de edad, así como promover campañas educativas para sensibilizar tanto a los jóvenes como a sus familias sobre los riesgos del consumo precoz de alcohol.
La ley no solo busca reducir el acceso directo al alcohol, sino también fomentar un cambio cultural respecto a la percepción del consumo entre los jóvenes. En este sentido, el Ministerio está trabajando con diferentes entidades, como centros educativos, asociaciones juveniles y de padres, para desarrollar programas de concienciación que resalten los peligros de consumir alcohol en la adolescencia.
Aunque la medida ha sido bien recibida por muchas organizaciones dedicadas a la protección infantil y la salud pública, algunos sectores de la hostelería han expresado su preocupación por las posibles repercusiones económicas que esta restricción podría tener en sus negocios. Bares y restaurantes cercanos a colegios y centros juveniles han sido tradicionalmente lugares que utilizan la publicidad de marcas de alcohol como parte de su decoración y estrategia de marketing. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad argumenta que el interés por la salud y el bienestar de los menores debe prevalecer sobre los intereses comerciales.
En cualquier caso, la ley aún debe someterse a debate y revisión antes de su aprobación final, lo que dará lugar a posibles modificaciones o ajustes. No obstante, el Ministerio ha dejado claro que su prioridad es reducir el consumo de alcohol entre los menores y evitar las consecuencias negativas a largo plazo que este hábito puede generar.
Con esta ley, el Gobierno da un paso significativo hacia la protección de los menores, reconociendo el impacto que la publicidad y el entorno tienen en la normalización del consumo de alcohol en edades tempranas. Al limitar la presencia de la publicidad en zonas sensibles, se espera que la exposición de los menores al alcohol disminuya, contribuyendo así a una reducción de su consumo.
El anteproyecto de ley se perfila como una de las iniciativas más importantes en la lucha contra el consumo precoz de alcohol, que no solo aborda la disponibilidad del producto, sino que también tiene en cuenta los factores sociales y culturales que influyen en los jóvenes. Se espera que, con la implementación de estas medidas, se logre un cambio positivo en las actitudes hacia el alcohol entre las nuevas generaciones.
