Por Redacción - 15 Octubre 2014
Recorrer una calle en horario comercial puede ser una tortura: los consumidores se agolpan en las aceras, las aglomeraciones en los escaparates y en las entradas y salidas impiden avanzar y, para acabar de rematar el proceso, en cada esquina o en realidad cada dos pasos algún trabajador de alguna tienda intenta que nos quedemos con un folleto con sus mejores ofertas, con otro con el menú del restaurante de la esquina y con un último en el que se promete solucionar todos nuestros problemas. Cuando el cansado consumidor llega a casa, en su buzón le esperan, además, una pila de folletos y panfletos que siguen prometiendo muchas y muy variadas cosas.
A pesar del boom de internet y a pesar de que cada vez más consumidores tienen una conciencia medioambiental (y esto no deja de ser un despilfarro de papel), las empresas siguen echando mano de la publicidad en papel. Los folletos y el buzoneo aún no han muerto, a pesar de que los consumidores están ligeramente hastiados ante esta fórmula para convencerlos.
Así, según un estudio de Retale y Placed, 3 de cada 4 consumidores siguen echando un vistazo a los folletos en papel que reciben, aunque eso no quita que los consideren "molestos". De hecho, quienes siguen prefiriendo el papel sobre todas las cosas para recibir las ofertas son los menos. Únicamente un 23% de los encuestados quieren seguir recibiendo toda esa información publicitaria en papel. Para el resto la respuesta más adecuada es, realmente, la electrónica.
Un 77% de los consumidores quieren que esos folletos abandonen el papel y se conviertan al formato digital. La cifra es también elevada entre quienes no prestan jamás atención a la publicidad en papel que reciben. Un 60% de los consumidores que ignoran los folletos no lo harían si estos estuviesen en un formato electrónico.
El desdén ante la publicidad en papel no solo ataca a los flyers que se reciben en la calle o los folletos que llegan vía buzoneo. Los consumidores tampoco son receptivos ante la publicidad que reciben encartada en los periódicos en fin de semana. Cualquiera que compre el periódico los domingos podrá comprobar como para las marcas llenar de folletos, papeles y separatas el ejemplar de la semana más vendido es una tentación muy poderosa: los lectores acabarán viendo esos folletos. El estudio demuestra que a los consumidores la idea no les hace tanta gracia.
El estudio confirma que para los consumidores la información local y de ofertas es muy importante (y esa es la que suele venir encartada con el periódico), pero mucho más importante es en cuestiones de tiempo. El usuario valora las ofertas temporales? y por eso echa mano de internet para comprobar qué le ofrecen las marcas antes de salir de compras. El 82% de los encuestados comprueba online las ofertas locales antes de salir de compras.