Artículo Publicidad

La 'publicidad para publicistas' ya no funciona: los consumidores ignoran sus anuncios

Internet y las cada vez más estrechas ventanas de atención han hecho que si los anuncios son muy complejos no sean procesados por el receptor

Por Redacción - 15 Marzo 2016

A todos nos ha pasado en una ocasión. La pausa publicitaria de televisión nos pilla con la atención puesta en la tele y se hace caso a los anuncios y, tras ver uno de ellos, no se puede evitar mirar a quien estaba al lado y preguntar "¿pero qué anuncia?". Tampoco es muy extraño el quedarse después de ver el anuncio con la sensación de que no se ha logrado entender lo que se ha tenido delante. Quizás es demasiado creativo, quizás tengo la mente demasiado cansada, se repite uno, buscando una excusa para comprender por qué no se ha comprendido ese anuncio. Quizás, y esta es otra de las excusas que uno se da a sí mismo, es que este anuncio está pensado para otra gente.

Puede parecer que los anuncios en los que el consumidor no sabe muy bien qué le están diciendo o qué le están anunciando son un error y uno que todo el mundo ve claro desde el principio, pero lo cierto es que no es exactamente eso lo que ha pasado. A lo largo de los últimos años, han sido muchos los ejemplos de estos anuncios y muchos también los que han conseguido premios y aparecer en textos de análisis sobre lo que se está haciendo con ellos. Los críticos de este tipo de publicidad los llaman anuncios para creativos o publicidad para publicistas y aseguran que con este tipo de mensajes en realidad los creadores solo quieren lucirse ante otros creativos y ante otras compañías del sector. Los defensores de estos anuncios suelen apuntar que es publicidad inteligente, publicidad que hace pensar y en la que no se le da todo ya hecho al consumidor. Sea como sea, estos anuncios (y esto no lo dicen ni los críticos ni obviamente los defensores sino un estudio científico) ya no funcionan.

Los consumidores pasan directamente de la denominada como publicidad creativa, publicidad de museo, "publicidad inteligente" o de la "publicidad para publicistas" (póngase aquí el nombre que se quiera poner) y no reciben esos mensajes. La tradicional publicidad creativa que durante tanto tiempo ha ocupado páginas de revistas, carteleras y periódicos a pesar de su encanto creativo e ilustrativo ya no funciona.

Directamente, no les hacen caso y no se esfuerzan en desentrañarlos para comprenderlos. En un mundo en el que todo va tan deprisa y en el que los consumidores reciben tantos y tantos mensajes cada día, ese tipo de anuncios funcionan como una suerte de lastre. Los consumidores no se van a parar a comprenderlos, por muy genial que parezca la idea cuando se está creando el mensaje en la sala de trabajo.

--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

Más Leídos
Continua Leyendo...
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados