Por Redacción - 5 Junio 2017
Mucho ha pasado desde aquella icónica imagen del "chico Martini" que triunfaba en la publicidad. La imagen del hombre perfecto, conquistador y seductor, capaz de seducir a cualquier mujer incluso con su oculta mirada tras aquellas oscuras gafas de sol. Pero los tiempos han cambiado y las representación de los varones en la publicidad también está experimentando una gran transformación.
Hace unos años, Unilever se enfrentó a un sorprendente problema. La multinacional de productos de aseo y cosmética vio como en un lugar del mundo querían prohibir uno de sus productos por unas razones más bien curiosas. En Minnesota, los responsables de los institutos querían prohibir a sus estudiantes que usasen Axe, la marca de desodorantes. La razón era peregrina: los estudiantes usaban cantidades tan elevadas de desodorante que hacían que la atmósfera de la clase fuese irrespirable. "Algunos chicos se empapan de Axe, por lo visto creyendo en los anuncios que muestran a un joven poniéndose desodorante y encontrándose de inmediato con una bella mujer", se quejaban las "víctimas", tal y como recoge en Así se manipula al consumidor Martin Lindstrom. En el vecino Canadá un director de instituto había pasado a tomar la justicia por su mano: los frascos de desodorante eran directamente confiscados.