
Publicidad para publicistas: por qué las marcas tienen que empezar a olvidarla
Por Redacción - 26 Junio 2017
"Yo este anuncio es que no lo entiendo". La afirmación no es tan descabellada, ni tan rara. Todos lo hemos dicho alguna vez, sintiéndonos un poco inútiles por no ser capaces de captar qué es lo que quieren decir en algo comercial que necesariamente intenta vendernos algo y hacernos comprender algo. "Está claro que ese anuncio no es para mí", decimos algunas veces tras intentar darle vueltas a la historia sin lograr conectar con ella, o "tampoco es que sea para tanto", cuando el anuncio en cuestión se ha vuelto en material de culto que aparece en todos los medios "cool" aunque no sepamos muy bien por qué.
Se podría pensar que el anuncio en cuestión está simplemente mal hecho, pero en realidad esa no es la cuestión. Seguramente hasta acabe ganando premios en algún festival. Es publicidad para publicistas, esos anuncios que están tan centrados en hacer algo artístico que olvidan muchas veces que tienen que hacer algo simplemente comercial.
Eso es lo que dice uno de los miembros de la industria, uno de los que ha sido jurado en unos cuantos premios de publicidad a lo largo de los años, en una columna de opinión en The Drum. "El problema es que la publicidad no es ni música ni una película", señala mientras habla de la experiencia de juzgar, para recordar que el objetivo fundamental de la publicidad es vender el producto o el servicio que está pagando la campaña.
Por ello, los resultados de los premios de publicidad son en muchas ocasiones agridulces: están premiando anuncios fabulosos artísticamente hablando pero que no siempre consiguieron dar los resultados que se esperaba.
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