
Por Redacción - 6 Julio 2017
¿Cuándo es demasiado pronto para convertirse en el objetivo de la publicidad? En realidad, se podría decir que nunca lo es y que desde que nacemos estamos ya marcados por los mensajes que las marcas y las empresas emiten. De hecho, un estudio de neuromarketing demostró hace unos años que los niños reciben el impacto de los estímulos que sus madres recibieron durante el embarazo: un centro comercial vio como se llenaba de niños pequeños porque sus madres sentían que allí se calmaban mucho más y lloraban menos.
La clave estaba en que los niños percibían el espacio como un lugar seguro, por las experiencias que sus madres habían tenido mientras estaban embarazadas, cuando acudían a ese centro comercial porque la música que sonaba les resultaba relajante (los responsables usaban música que había sido popular cuando ellas eran pequeñas). ¿Casualidad? El 60% de las madres encuestadas en ese centro comercial reconocía, como recoge en Así se manipula al consumidor Martin Lindstrom, que no les ocurría en ningún otro lugar.
Y es que escapar a la publicidad es imposible, aunque se sea un niño. La presencia de los anuncios y de las marcas está en todas partes, incluso en los lugares más inesperados, como acaba de descubrir un estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. El estudio dotó a los niños de cámaras corporales para poder recoger lo que estos veían durante el día a día. Lo que la cámara capturó demuestra que no solo veían anuncios en los lugares esperados, sino un poco en todas partes. Las empresas estaban en casa, en la calle y hasta en el colegio. "Queremos pensar que nuestras escuelas están libres de lo comercial así que es interesante ver lo mucho que está ocurriendo en el colegio", señala una de las responsables del estudio.
Por supuesto, en las escuelas no hay anuncios al uso, como puede ocurrir cuando los niños están expuestos a los medios de comunicación, pero sí hay una presencia de las marcas que resulta más sutil pero igualmente precisa. Las marcas están desde en el cartel de McDonalds en la pista deportiva del colegio hasta la señal de Coca-Cola que ha entrado en clase. Las marcas están en productos "brandeados" para el cole, desde mochilas a estuches o material escolar. Todo ello hace que la exposición a las marcas empiece ya en el colegio, un primer paso para una abrumadora presencia masiva de las mismas. Una vez que los escolares salen a la calle, las cosas se desbordan.
--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

