Por Redacción - 26 Septiembre 2018
Puede que no se siga ningún deporte y que no se sea entusiasta de ninguna práctica deportiva y, sin embargo, es bastante probable que en los últimos meses se haya cruzado con un tipo de anuncio vinculado a los deportes que se ha convertido en bastante popular.
Las casas de apuestas y de juego online se han convertido en las grandes patrocinadoras de los eventos deportivos pero también en uno de los anunciantes recurrentes que usan esos grandes eventos como gancho para llegar a la audiencia. En los últimos meses, sus anuncios en la televisión eran por tanto muy habituales.
Eso no quiere decir que las casas de apuestas y juego online no usen otros ganchos y no se anuncien siguiendo otras vías. Los anuncios de tómbolas y bingos online existen y nada tienen que ver con los deportes en un elevado número de ocasiones. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha vuelto más evidente y más llamativo el vínculo que tienen con los deportes y, sobre todo, el impacto que esto genera.
De hecho, algunas estadísticas ya apuntan que el 75% de los equipos de fútbol cuenta con una casa de apuestas como patrocinador y que el 20% del tiempo de anuncios de los partidos de fútbol se dedica ya a este tipo de compañías. El peso de este tipo de empresas también va en aumento, ya que las compañías de este sector están invirtiendo más dinero en publicidad y marketing.
Las compañías de apuestas deportivas gastaron 81,3 millones de euros en marketing en el segundo trimestre de 2018. Es un 55% más de lo que hicieron el año pasado en términos de gasto. De ese gasto, la publicidad se llevó la mayor parte, con un gasto de 41,1 millones de euros. Los usuarios activos de estas plataformas online fueron en aumento y crecieron en el trimestre en un 33,3%. Estos últimos datos llegan desde el informe trimestral de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Y a medida que el crecimiento en marketing crece y que la presencia de los anuncios de juegos y apuestas online crece en los entornos deportivos, también lo han empezado a hacer las voces críticas, que apuntan a que la publicidad del sector está poco regularizada. Los críticos añaden que apostar online es muy fácil y que no es complicado por tanto engancharse al comportamiento. La alta exposición a los anuncios se convertiría en un factor de riesgo, especialmente porque están llegando a los jóvenes de forma notable. Aunque la última ley de juego online hablaba de que tenía que existir una regulación de la publicidad estas compañías, la normativa no existe de forma concreta.
La industria - y sus críticos - están esperando que aparezca un decreto ley que ponga las normas para cómo vender el juego online. La publicidad es crucial para la industria del juego y las apuestas en red, como ellos mismos señalan porque solo operan online. Para la industria de los deportes (desde equipos a medios que las cubren), es una de sus crecientes y poderosas fuentes de ingresos.
Este cúmulo de cuestiones podría convertir a la publicidad de juego y apuestas online en una situación muy compleja para el mercado de medios y para el mercado publicitario. En algunos países de la Unión Europea, ya se ha prohibido este tipo de publicidad o se intenta crear marcos legales muy restrictivos.
En España, hay quienes apuntan también hacia esa dirección. Una de las propuestas de regulación, la lanzada por Podemos, busca la prohibición de estas casas de apuestas (aplicando el mismo baremo que se usa con el tabaco o el alcohol). Las compañías de apuestas y juegos online tendrían que dejar así la publicidad, esa publicidad que ha crecido tanto en los últimos tiempos y que se ha convertido en parte del paisaje de la información deportiva.
De hecho, ya hay quienes han estimado cuánto dinero perderían los medios con el apagón de este tipo de anuncios. El fin de los anuncios de las casas de apuestas y juego online haría que la prensa deportiva perdiese los 133 millones de euros que ahora estas gastan en promocionarse. Para los medios deportivos especializados, como recuerdan en El Español, la publicidad de estas compañías se había convertido en la alternativa que dejaba la caída general de la inversión publicitaria.
A estos ingresos habría que sumar lo que supone para los propios equipos deportivos, de los que son patrocinadores, y para diferentes figuras de la industria (desde deportistas a actores, presentadores y periodistas) que son embajadores de estas marcas.