
El anuncio del verano y la publicidad que siempre vuelve con el sol y el calor
Por Redacción - 4 Julio 2019
En la lista de momentos del año que tienen su tipo de anuncio, la Navidad tiene un papel destacado. Si se le pide a los consumidores que definan cómo es un anuncio de Navidad, posiblemente lo harán de un modo muy eficiente y muy rápido, porque todos hemos asumido ya los códigos de la publicidad navideña. El anuncio de la Navidad será emocionante y emotivo, usará ciertos colores de forma dominante y tendrá una historia de cierto tipo como pegamento que lo mantiene unido.
Pero, aunque puede que el anuncio de la Navidad sea el que tenemos más claro como elemento recurrente y del que vemos más claro cómo va a ser, ese no es el único período que tiene también sus códigos muy definidos y muy claros. Algo similar ocurre en verano.
La llegada del verano suponía, tradicionalmente, la llegada de los anuncios de tres tipos de productos a la televisión. Por un lado, estaban los anuncios de helados y otros productos de alimentación-bebidas con propiedades "refrescantes". No es que estos productos no existiesen el resto del año o que las empresas no hiciesen publicidad (algunos helados destinados al público más adulto intentaban mantenerse también en otros momentos del año), pero sí que el verano era su momento más álgido y cuando se convertían en protagonistas machacones de la pausa publicitaria de la televisión. ¿Quién no recuerda los tradicionales anuncios de La Casera?
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