Por Redacción - 19 Octubre 2020
En la lista de inesperados espacios a los que ha llegado la publicidad, el espacio exterior ya se encontraba presente desde hace algún tiempo. Las marcas empezaron a usar a los astronautas y sus misiones para posicionar productos e imágenes de marca ya hace décadas.
En los 90, de hecho, se filmó incluso un anuncio en la estación espacial Mir. Más recientemente, la NASA ha comenzado a barajar dejar entrar a las marcas en sus acciones vía patrocinios, para lograr más ingresos aunque implique convertir los descubrimientos y actividades en algo de marca. La publicidad espacial, por tanto, no ha sido una idea remota y poco probable, sino más bien una de esas cuestiones que parecían bastante plausibles.
Pero, en cierto modo, la conquista del espacio por parte de las marcas ha empezado ya y no hay que esperar a que lleguen las misiones patrocinadas para encontrar a las compañías haciendo acciones virales en el espacio.
Las marcas ya usan las estrellas para vender y no lo hacen de forma figurada. La publicidad espacial y las actividades de marketing que lanzan marcas al espacio y posicionan productos en órbita ya existen. El envío de un coche de Tesla al espacio en el lanzamiento de SpaceX es un perfecto ejemplo de ello.
Y, como apuntan en Axios, las marcas ya están cambiando el espacio y las normas del juego en ese terreno. Desde que los viajes espaciales se han convertido en un elemento comercial, que cualquier compañía puede emprender, las puertas se abrieron de par en par para las marcas y las empresas para hacer lo que quieran en términos de acciones de posicionamiento de marca. Casi todo es vendible y casi todo es posicionable.
Estée Lauder acaba de lanzar al espacio su Advanced Night Repair, una crema antiedad que llegará a la Estación Espacial Internacional y con la que los astronautas se sacarán fotos para las redes sociales. Lo hacen en colaboración con la NASA, que está abriendo ya la mano - como planeaba hace un año - a la colaboración con las marcas.
De hecho, por ahora las marcas están pagando un coste todavía bajo por lo que sería mandar sus productos al espacio con la agencia espacial estadounidense. Pero, como señalan en Axios, estas primeras acciones son una suerte de prueba piloto. La NASA está midiendo cuánto interés real hay por el marketing espacial y cuántas marcas podrían estar dispuestas a hacer este tipo de acciones. Es "un experimento".
Y, como señala una experta al medio, este tipo de acciones tienen ahora mismo un efecto de doble sentido. Es publicidad para ambos players. Para Estée Lauder lo es por razones obvias, pero también lo es para la NASA. La experiencia es todavía una curiosidad digna de ser material mediático.
Aun así, y sea con la agencia o sea de un modo privado, el espacio tal y como se conoce, como un espacio más o menos limpio de la presencia de las marcas, se habría terminado. La publicidad espacial dejará de ser, auguran en el análisis, algo por descubrir y conquistar y se asentará como lo más normal.