Por Redacción - 27 Julio 2022
Hace unos días, se hacía viral en redes sociales un vídeo de intervención en las calles: unos jóvenes circulaban por las calles francesas apagando los letreros luminosos de los comercios, denunciando así la contaminación lumínica y el despilfarro de recursos. Sin embargo, lo que no han conseguido los planes de concienciación medioambiental lo podría conseguir el temor a la crisis energética de cara al invierno: las empresas empiezan a prever recortes en el consumo y los gobiernos, como el francés, a diseñar planes para que gasten menos energía. En esos planes, los anuncios en exteriores podrían ser un daño colateral, silenciados para ahorrar electricidad.
Los planes de Francia son justamente esos: los de apagar los reclamos publicitarios durante la noche. La ministra de Transición energética del país vecino, Agnès Pannier-Runacher, ha anunciado planes de publicación de decretos de ley que regularán el uso de la climatización que hace el retail y también que podrán límites a la publicidad luminosa.
En realidad, Francia ya cuenta con una normativa sobre consumo energético que limita esta cartelería desde hace una década. Según publica FranceInfo, los anuncios y las señales luminosas deben apagarse entre la 1 de la madrugada y las 6 de la mañana en las localidades de menor tamaño. En las localidades de más de 800.000 habitantes, depende de la normativa local. De hecho, las estimaciones señalan que todavía hay 3,5 millones de letreros que se encienden toda la noche. A partir de ahora, sin embargo, lo que quiere la ministra francesa es que toda la cartelería publicitaria se apague a esas horas, se esté dónde se esté y sea del tamaño que sea. Solo estaciones y aeropuertos quedarán exentos de la obligación.
La medida permitirá ahorrar el equivalente al consumo de energía de 270.000 hogares, que es lo que consumen los letreros luminosos en Francia según cuentas de 2015.
Más allá de lo que puedan suponer los cambios normativos, las empresas - al menos en Francia - ya están empezando a recortar su gasto en energía. Según cuentas de dos organizaciones patronales galas, el Conseil du Commerce de France y la Confédération des commerçants de France miles de empresas han empezado ya incorporar planes de "sobriedad energética", para "reducir su consumo de energía y evitar así los cortes anunciados en caso de crisis este invierno". Además de apagar los carteles luminosos mientras las tiendas están cerradas, también están cerrando puertas mientras la climatización está encendida, suavizando la intensidad luminosa o cambiando las temperaturas de los puntos de venta.
Sus planes de energía empezarán a operar a partir del próximo 15 de octubre, pero las compañías reconocen que pueden sumar medidas extra si se convierte en algo necesario. De hecho, algunas cadenas de supermercados - es el caso de Leclerc - han reconocido que pueden llegar a cerrar a ciertas horas si se producen picos de consumo de energía en el invierno.
Entre las compañías que están adoptando estas medidas están grandes nombres de marcas populares en todo el continente. Decathlon, la Fnac, Ikea o Leroy Merlin son algunas de las marcas que han adoptado "economías de la energía", según los medios franceses. Que sean gigantes reconocidos también a este lado de los Pirineos lleva a preguntarse si este panorama se acabará extendiendo por toda Europa. ¿Van a recortar sus consumos de energía las empresas de todo el continente este invierno? ¿Y cómo cambiará eso el retail y la experiencia en tiendas?